La fantasía humana de nadar casi como un pez está más cerca gracias al invento del surcoreano Jeabyun Yeon. Triton es un sistema de branquias artificiales que promete revolucionar la experiencia bajo el agua.
Su uso es simple. Basta con morder una boquilla similar a las del snorkel y respirar con normalidad en el agua. El sistema, similar al que se pudo ver en una película de James Bond, cuenta con dos brazos laterales que son los encargados de obtener el oxígeno del agua separando el hidrógeno. Sistema idéntico al de las branquias de los peces.
Esos brazos filtran el oxígeno gracias a que en su interior hay millones de perforaciones diminutas que son capaces de separar las moléculas de hidrógeno de las de oxígeno.
Triton funciona con una batería interna de litio recargable con una autonomía de 45 minutos que cuando está a punto de agotarse vibra y se enciende una luz LED para enviar una alerta. Del mismo modo envía este aviso si descendemos por debajo del nivel de los 15 pies, donde dejaría de funcionar. Tal vez sea este el talón de Aquiles de este invento.
Hasta ahora sus creadores han pulverizado sus previsiones ya que presentaron una campaña de financiación en la plataforma Indiegogo para alcanzar 50.000 dólares y ya están por encima de los 870.000. El precio de Tritón para los que quieran ayudar a la financiación es de 299 dólares y saldrá a la venta en diciembre de este año a un precio de 399 dólares.
Este éxito de crowdfunding contrasta con algunas opiniones críticas que dejan en entredicho la funcionalidad de estas branquias artificiales.