Microsoft hizo un gran esfuerzo, sobre todo en materia de seguridad, para renovarle las tripas a su sistema operativo con el lanzamiento de Windows Vista. Sin embargo, aquella versión era lenta y usaba demasiados recursos, de modo que se ganó una merecida mala fama que la compañía de Redmond logró revertir con Windows 7. Aquella actualización no fue tan difícil ni tan revolucionaria, pero solucionó los principales fallos de su predecesor e incorporó algunas mejoras al interfaz de usuario que la convirtieron casi de inmediato en el aplaudido y verdadero sucesor del veterano Windows XP.
Con Windows 8, Microsoft volvió a la senda revolucionaria tratando de rehacer por completo el interfaz de usuario y comenzando a recorrer el camino que debía llevarle a disponer de un sólo sistema operativo para todos los dispositivos, desde móviles hasta ordenadores de escritorio. Pero en sus versiones para ordenadores intentó imponer con demasiada energía un interfaz creada para pantallas táctiles y la mayoría de los usuarios prefirió quedarse con sus escritorio de toda la vida. Pero la empresa de Satya Nadella ha vuelto a repetir la jugada con un sistema operativo que mejora en todos los aspectos al anterior y que supone el sucesor que merecía Windows 7.
Estas son las diez principales novedades de Windows 10:
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Menú de inicio. Al pulsar en el botón de inicio, recuperado en Windows 8.1, nos aparecerá de nuevo un menú y no una pantalla, que además mezcla los accesos directos tradicionales de Windows a la aplicaciones más usadas a la izquierda y las "baldosas" aplicaciones de Windows 8 a la derecha.
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Cortana. El asistente personal de Microsoft, competencia de Siri y Google Now, llega incorporado en forma de caja de búsqueda en la barra de tareas. Podremos preguntarle de viva voz o escribiendo, y funciona lo suficientemente bien como para que nos olvidemos del menú de inicio para la mayor parte de los usos.
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Notificaciones. Ya tardaba Windows en importar de los sistemas operativos para móviles esta característica, ya incorporada además a Mac OS X, que además complementa con varios accesos directos bastante útiles para la configuración del ordenador.
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Apps en ventana. Las aplicaciones de la Tienda de Windows no tendrán que ejecutarse a pantalla completa como hasta ahora, sino que se podrán usar en ventana. Esto permitirá a muchos emplear las nuevas apps de Windows para tareas tan triviales como escuchar música o ver un vídeo, apps de las que antes muchos huíamos al vernos obligados a ejecutarlas a pantalla completa. Las nuevas aplicaciones, llamadas "universales", funcionarán también en móvil y tableta adaptando su interfaz.
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Continuum. Si estamos usando un móvil, una tableta o un híbrido con el teclado desconectado, el interfaz que tendremos será prácticamente idéntico al de Windows 8, que estaba pensado para estos dispositivos. Pero si le conectamos un teclado, se transformará automáticamente al escritorio de Windows de toda la vida.
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Mejores aplicaciones. Microsoft ha querido dar ejemplo de cómo deben construirse las nuevas aplicaciones universales con las incluidas por defecto en Windows 10, de las que cabe destacar las de Fotos, Correo y Calendario. Son rápidas y cómodas tanto para usar con ratón como con los dedos. También incorpora la aplicación Xbox, que nos permitirá disfrutar de los juegos de Xbox One desde Windows.
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Microsoft Edge. Aunque Internet Explorer seguirá estando presente por motivos de compatibilidad, será un jubilado con fecha de caducidad: ha sido sustituido por un nuevo navegador más rápido y compatible con los estándares web y que incluye entre sus novedades un modo lectura que elimina todo lo accesorio de la página que estemos leyendo para poder concentrarnos en leer sin distracciones.
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Escritorios múltiples. Casi todos los sistemas operativos para ordenadores contaban con esta posibilidad, que Windows incorpora por primera vez esta forma de organizar nuestro trabajo. Está dentro de Task View, que es la nueva forma de ver todas las ventanas que tenemos abiertas pulsando el botón de Windows+Tab o el icono situado a la derecha de la caja de búsqueda en la barra de tareas. Desde ahí podremos crear nuevos escritorios virtuales y arrastrar programas abiertos entre ellos.
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Gestos del trackpad copiados de Mac. Me pondré algo personal con esto: odio los trackpads con toda mi alma. Donde esté un buen ratón que se quite todo lo demás. Sin embargo, la primera vez que probé el buen uso que hace Mac OS X de los gestos con varios dedos a la vez me convenció que podría llegar a ser más productivo un trackpad que un ratón en algunos casos. Windows 10 copia miserablemente los gestos del Mac, algo que agradecerán los usuarios con portátiles.
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Configuración en un solo sitio. Con Windows 8, Microsoft empezó a sustituir el panel de control de toda la vida por una nueva aplicación de Configuración más parecida a lo que podríamos encontrar en un móvil. Sin embargo, esta nueva aplicación carecía de la inmensa mayoría de las opciones que podíamos encontrar en el panel de control, de modo que acabábamos usando ambas. Con Windows 10, la aplicación de Configuración tiene ya incorporado prácticamente todo lo configurable, de modo que, salvo opciones realmente raras, nos podremos olvidar de verdad del panel de control.
Con la llegada de un sistema operativo nuevo, además de mejoras y novedades también hay cosas que dejan de ser como antes. Así, por ejemplo, no podremos reproducir DVD con las aplicaciones incluidas en Windows, de modo que tendremos que tirar de programas como VLC o PowerDVD. Desaparece también la posibilidad de ejecutar aplicaciones como si estuviéramos en Windows XP, algo que no es de extrañar porque siempre se pensó como un mecanismo de transición mientras se actualizaban las aplicaciones. Y tendremos que decir adiós a Windows Media Center, al que deberemos sustituir por aplicaciones como Kodi.
OneDrive deja de ser una aplicación independiente para estar integrada en el sistema operativo, pero con un paso atrás importante: desaparece la posibilidad de tener los ficheros en OneDrive y en el ordenador sólo el llamado placeholder, un fichero con el mismo nombre que casi no ocupa espacio, descargando el archivo completo sólo cuando es necesario. Una mala noticia para quien ande justo de espacio y buena para muchos usuarios que encontraban confuso el sistema.
En suma, después de varios meses utilizando las versiones preliminares que Microsoft ha puesto a disposición de sus betatesters, hay que concluir que estamos ante un Windows mucho mejor que sus predecesores, que incluye suficientes mejoras como para justificar que nos actualicemos. Una actualización que, además, será gratuita, y que llegará a partir de este 29 de julio a través de Windows Update.