El lanzamiento del Moto G afectó a los competidores de Motorola, obligándoles a presentar alternativas asequibles en torno a los 200 euros. Pero sobre todo afectó a la propia compañía norteamericana, que empezó a extender esa ajustada relación entre calidad y precio tanto a la gama más baja con el Moto E como a la más alta con el Moto X.
Así, el fracaso del Moto X original pareció revertirse cuando se enfocó a un rango de precios que tampoco estaba demasiado bien atendido, el situado justo debajo de la gama más alta. Motorola pretende continuar en esta línea con la renovación que ha presentado de la gama, con móviles que se mueven en el rango de los 400 y 500 euros.
El más asequible de los dos móviles de gama media-alta presentados por Motorola es el Moto X Play, que saldrá a la venta en agosto a partir de 395 euros. Vendrá equipado con una pantalla de 5,5 pulgadas y resolución FullHD, lo que supone 403 puntos por pulgada. Su corazón será un Qualcomm Snapdragon 615 de ocho núcleos a 1,7MHz y lo más llamativo es una gigantesca batería de 3.630 mAh que debería permitirle durar dos días sin cargar. Tendrá 2 gigas de RAM y podremos elegir entre 16 y 32 gigas de almacenamiento.
Más caro y potente es el Moto X Style, que se lanzará en septiembre a un precio sin confirmar, pero que debería rondar los 500 euros. Vendrá con una pantalla de 5,7 pulgadas y resolución QHD, que eleva a 520 los puntos por pulgada. Tendrá 3 gigas de RAM y traerá distintas opciones de 16, 32 y 64 gigas de almacenamiento. El procesador es un Qualcomm Snapdragon 808 de seis núcleos a 1,8 MHz, que está un paso por detrás de los 810 de la gama más alta de otras empresas.
Ambos modelos contarán con una cámara de 21 megapíxeles con apertura f/2.0 que, según la compañía, estará a la altura de las mejores cámaras de la gama alta. Dispondrán de ranura microSD para aumentar el espacio de almacenamiento y Android Lollipop 5.1.1 con muy pocos añadidos, como es tradicional en la casa. El diseño en ambos casos ha procurado aprovechar al máximo el espacio de modo que la pantalla ocupe casi todo el frontal, reduciendo los bordes. Y disponen de un sistema de carga que, aseguran, es mucho más rápido que los de la competencia.
En definitiva, se trata de unos teléfonos que por características no llegan a ser de gama alta, aunque les falte poco, pero con unos precios que se quedan lejos de los de modelos como el iPhone 6 o el Galaxy S6. Sin embargo, no parece que sea una oferta tan atractiva para este rango de precios como pueda ser, por ejemplo, el OnePlus 2 que se ha presentado el mismo día.