La tecnología SSD ha arrasado con los discos duros magnéticos entre los ordenadores de alto rendimiento y los portátiles ultraligeros. Y como quienes han probado una computadora con uno de estos discos de estado sólido no vuelve nunca atrás, también en los ordenadores de sobremesa están haciéndose un hueco. Hasta ahora, la mayoría de estos discos estaban preparados para conectarse por SATA, pero este tipo de conexión, pensada para discos magnéticos, supone ya un cuello de botella importante que reduce su rendimiento.
Debido a este problema, los discos SSD basados en el estándar PCI Express (PCIe) cada vez son más populares, y el formato M.2 se está convirtiendo en el más habitual. En su apuesta por esta forma de almacenamiento, Samsung ha anunciado este jueves el comienzo de la producción masiva de las primeras unidades de SSD NVMe1 PCIe con formato M.2 enfocada sobre todo al mercado de los portátiles de alto rendimiento... y más caros, claro.
Estos discos de 128, 256 y 512GB no exceden los 4 milímetros de grosor y su peso no llega a los 7 gramos. Implementa el estándar NVM Express (NVMe), relativamente reciente y que permite disponer de un interfaz común para todos los discos SSD conectados a través de PCIe. Esto significa, por ejemplo, que basta con un controlador de dispositivo en el sistema operativo para todos los dispositivos que usen NVMe, al igual que sucede con los discos y memorias Flash que se conectan por USB gracias al estándar USB MSC.
Según Samsung, el nuevo SSD SM951 logra un rendimiento de hasta 2.260 megabytes por segundo (MB/s) en la lectura secuencial de datos y 1.600 MB/s en la escritura. Para hacerse una idea, una unidad en formato M.2 que emplee SATA habitualmente alcanza los 540 y 500 MB/s, mientras que las unidades PCIe superan ligeramente los 1.000. Para alcanzar estas velocidades la unidad emplea cuatro carriles PCIe Gen 3.0. En cuanto al acceso aleatorio, la unidad de Samsung llega a las 300.000 operaciones de entrada/salida por segundo (IOPS), frente a las 130.000 de las unidades PCIe y los 97.000 de las SATA.
El disco también ofrece como ventaja su bajo consumo en reposo al soportar el modo L1.2, que supone 2mW frente a los 50mW del más habitual modo L1. Además, dada su rapidez, tardará menos en terminar las operaciones de lectura y escritura y pasará más tiempo en reposo. Aunque Samsung ha anunciado que ya está enviando unidades a sus socios, lo que no ha indicado es el precio que tendrán.