Amazon ha lanzado este jueves un producto que nadie esperaba. Amazon Echo es un tubo negro que se activa al escuchar la palabra clave "Alexa", el sustituto que ha buscado el gigante del comercio electrónico a los “Ok Google”, “Siri” o “Cortana” de la competencia. Está equipado con siete micrófonos que, según la compañía, permiten escuchar a sus dueños desde cualquier punto de la habitación, y su altavoz emite en todas direcciones para que sus respuestas se oigan alto y claro.
Para tener Echo funcionando basta enchufarlo y conectarlo a la wifi del hogar mediante una aplicación para Fire OS y Android o mediante un navegador web en caso de no tener ningún dispositivo compatible con la aplicación. Estará siempre conectado a internet y también por bluetooth, lo que nos permitirá usarlo como altavoz con aplicaciones móviles como Spotify o iTunes. También podremos usarlo a través de la aplicación como los asistentes de otras empresas.
Entre las funcionalidades con las que ya cuenta está la de ofrecer información sobre el tiempo y las últimas noticias, escuchar música a la carta, organizarse mediante alarmas, cronómetros y listas de cosas por hacer y contestar a datos concretos a través de Wikipedia. No obstante, Amazon ha prometido que como Echo funciona en conexión con internet, esa lista irá ampliándose con el tiempo.
Echo costará 199 dólares, aunque estará disponible por 100 dólares a los clientes que estén suscritos a Amazon Prime. Este último detalle quizá revele más que ninguna otra cosa cuáles son las intenciones de la empresa al sacar este dispositivo. Así, aunque todavía no sea posible, si el aparato tiene suficiente éxito no cabe duda de que entre las funcionalidades futuras se incluirán cosas como "Alexa, compra el DVD de La isla mínima" o "Alexa, quiero unos calzoncillos”. Y el Echo lo comprará. En Amazon, claro.