Rodrigo del Prado, socio fundador y director general de Bq es entrevistado por Libertad Digital para hablar de una de las empresas españolas de tecnología de más éxito en la actualidad. Con él recorremos uno de los edificios de la compañía, de los siete que que tienen repartidos por España, donde se realizan las pruebas de control de calidad y los test físicos y técnicos de sus productos.
Bq nace como compañía en el 2010 fruto de la unión de dos empresas ya instaladas en el mercado. Una de ellas, Luarna Ediciones, estaba dedicada a la edición digital de libros y la otra, StarTic Innovación, a la electrónica de consumo. Su objetivo: acercar la tecnología a la gente. "El primer paso para acercar la tecnología a los usuarios es que los productos tengan un precio justo, posteriormente hay que educarles para usar esa tecnología" comenta Rodrigo del Prado.
Más de 800 personas trabajan para esta marca española de teléfonos móviles, tabletas, imprresoras 3D, libros electrónicos y robótica educativa, y una parte muy importante es el departamento de control de calidad de sus productos. "El proceso de test y control de calidad está intrincado en el proceso de desarrollo. Desde que se piensa el concepto del producto hasta que sale a la calle pasan aproximadamente nueve meses".
Para las pruebas físicas Bq emplea desde una máquina que simula la presión en el bolsillo trasero de un pantalón hasta un habitáculo donde se provoca una tormenta de polvo. Dos ejemplos de los numerosos test de calidad y resistencia a los que somete la compañía a sus prototipos de teléfonos móviles.