La compañía holandesa E-Njoint BV ha inventado y desarrollado el primer porro eléctrico del mundo. Se denomina también E-Njoint y actualmente se producen 10.000 porros electrónicos por día que se venden en toda Europa en tiendas comunes de cigarrillos y tiendas minoristas.
La primera edición del E-Njoint es descartable y no contiene THC, tabaco ni nicotina, lo que lo hace bastante inofensivo y 100 por cien legal, según ha informado la compañía en un comunicado. Su diseño tiene la típica forma de un porro y una hoja verde de cannabis que enciende la brasa de plata cromada cada vez que el usuario da una calada.
Sin embargo, la segunda y tercera versión se podrán fumar como "verdaderos porros". Los usuarios podrán rellenar el E-Njoint recargable con su propio cannabis líquido. Además, E-Njoint se encuentra en tratativas con Tikun Olam, una reconocida compañía de cannabis medicinal, para la adquisición de conocimientos que permitirán transformar estos artículos en productos para la salud. El Vaporizador E-Njoint también se puede utilizar con hierbas secas, lo que permite a los usuarios fumar también marihuana.
Un paso más
El E-Njoint da un nuevo paso en el área de cigarrillos electrónicos, algo que está en boga en todas partes del mundo. Las opiniones son variadas y también las regulaciones. La pregunta es de qué manera las instituciones gubernamentales van a categorizar este nuevo invento que actualmente se comercializa en Europa.
Sobre la polémica que rodea a este asunto, el CEO de E-Njoint, Menno Contant ha comentado que "Holanda es reconocida en el mundo por su actitud tolerante y liberal con respecto a las drogas ligeras y la presentación de este nuevo producto hace una declaración clara: en tanto no se moleste o dañe a otras personas y se esté dentro de los márgenes legales, todo está bien".
Contant predice una nueva tendencia, dada la manera en la que el producto se comercializa en Europa sin demasiada inversión en marketing. Afirma que está siendo desarrollado, fabricado y vendido "a una velocidad increíble" y que "todos tienen que estar contentos porque lo que estamos haciendo no es un delito".