Intel acaba de anunciar sus nuevos microprocesadores Core M en la feria tecnológica Computex que se está celebrando en Taiwán, siguiendo con la estrategia tick-tock que inauguró en 2007 para poder lanzar nuevos micros cada año. Desde esa fecha, Intel primero aprovecha una mejora en la tecnología de fabricación para lanzar nuevos microprocesadores sin cambios en la microarquitectura pero más rápidos y de menor consumo gracias a la reducción del tamaño de cada transistor. Esto sería el tick. Luego lanza otra nueva gama de microprocesadores cambiando la microarquitectura para aprovechar mejor la nueva tecnología de fabricación. Es lo que llama el tock.
Los nuevos Core M, llamados internamente Broadwell, son el tick que corresponde a la microarquitectura Haswell, presentada el año pasado, pero aprovechando su nuevo proceso de fabricando que rebaja el tamaño de cada transistor de 22 a 14 nanómetros, una mejora que permite que los ordenadores consuman y se calienten menos y sean más potentes.
De hecho, según la empresa de Santa Clara los nuevos procesadores Core M mejorarán entre un 20 y un 40 por ciento el rendimiento de los ordenadores. El consumo bajará en un 45 por ciento, permitiendo a una tableta una autonomía de hasta 32 horas, y el calor se verá reducido en un 60 por ciento. Gracias a todos ello, las tabletas y ultrabooks podrían funcionar sin ventilador, permitiendo que estos dispositivos sean más ligeros y ocupen menos tamaño. No obstante, la mayoría de tabletas y móviles están equipados con microprocesadores ARM y tampoco tienen necesidad de emplear refrigeración.
De hecho, como demostración Intel ha diseñado un prototipo de tableta híbrida llamada Llama Mountain que no necesita refrigeración con una pantalla de solo 7,2 milímetros de grosor y 650 gramos de peso, más delgado que el iPad Air aunque también más pesado. Se prevé que los primeros dispositivos con Core M llegarán a finales de este mismo año.