Podría decirse que los niños de hoy en día nacen con un iPad debajo del brazo y desde bien pequeños ya intuyen como funciona un smartphone o una tableta. Sin embargo, la tecnología no siempre ha sido tan intuitiva. ¿Cómo reaccionaría un niño en la actualidad ante las tecnologías que dieron lugar a los modernos dispositivos de hoy?
El canal de YouTube The FineBros se propuso averiguar qué ocurre cuando se pone a un grupo de niños nacidos como máximo después del año 2000 delante de un Apple II, lanzado a finales de 1977, y de un Walkman, lanzado en 1979.
Cuando están trasteando con el Apple II, lo primero que les llama a los niños es el tamaño del ordenador y, cuando se les pide que lo enciendan, no saben dónde tocar. Pero lo que verdaderamente les sorprende es la falta de un sistema operativo sencillo e intuitivo con un escritorio con accesos directos a aplicaciones.
Al descubrir que para que el "armatoste" que tienen delante empiece a funcionar deben escribir un comando, los niños comienzan a probar a decir todo tipo de cosas como "juega" o "haz algo", pero evidentemente el tatarabuelo del iPhone no da para tanto.
"No entiendo por qué tienes que escribir "print" (imprimir, en inglés), si no se imprime nada", exclamaba una de las participantes al probar uno de los códigos que el presentador le enseña para hacer una operación matemática.
Más tarde el presentador les enseña la forma en que se almacenaban los datos hasta la invención de los CD: los disquetes. Claro que los chavales no saben lo que es y se sorprenden al descubrir que el pedazo cuadrangular de plástico que sostienen puede albergar un juego.
En otro de los vídeos de The FineBros, se les presenta a otro grupo de niños algo típico de la infancia en los 90: el Walkman. Al igual que con el Apple II, los niños de la generación del 2000 en adelante no conocen su función y se maravillan al descubrir que el aparato reproduce música.
Los niños, acostumbrados a que la música se encuentre en formato mp3 o en CD, al principio no creen que un Walkman funcione con una cinta de cassette, pero al final consiguen encajarla en el aparato -sin que sufra demasiado-, aunque no les convence el resultado.
Al final de ambos vídeos, el presentador les pregunta si les gustaría tener alguno de los dos aparatos en la actualidad y la respuesta más generaliza es un no. Es posible que nunca sepan cuál es la relación entre un boli Bic y una cinta de cassette.