¿Está harto de decorar su casa con posters enmarcados comprados en tiendas vintage? ¿Quiere un Van Gogh pero no puede permitírselo? Prixel, fundada por dos jóvenes rusos –Liuba Cherevan y Kiril Avdeev–, es una empresa de impresión en 3D, que permite, por apenas 200 euros, decorar la casa con el mejor arte.
El verano pasado Fujigilm y el Museo Vinvent Van Gogh de Amsterdam llevaron a cabo un proyecto conjunto similar para reimprimir obras de arte con una impresora 3D. En total, se imprimieron 260 relievos numerados de cinco obras de arte diferentes, a un precio de entre 15.000 y 25.000 euros. A pesar del notable avance, el precio seguía siendo prohibitivo.
Con la apuesta de Prixel, todo parece indicar el nacimiento de un nuevo nicho de mercado. La reproducción de la obra de arte es exacta, tanto es así que Prixel negocia actualmente con el MOMA de Nueva York para ofrecerles reproducciones impresas en 3D a los visitantes y conservar mejor los originales.
La impresión se perfecciona en función del número de capas que se impriman. La impresión normal en 3D se conforma de seis capas, pero adicionalmente se le pueden incluir capas para aumentar la definición. Estas reproducciones destacan por copiar incluso la textura de los trazos del autor. Sólo los ojos de los expertos podrán ser capaces de delatar la falsedad de la obra.