Si vivieras en Japón, no tendrías que sacar el abono transporte cuando quisieras coger el metro. Bastaría con que agitaras tu móvil en las barreras de entrada para acceder libremente a los andenes. Una vez dentro, encontrarías unas pantallas luminosas en las que te sugerirían diferentes productos que podrías comprar. Sería suficiente con que colocaras tu teléfono sobre la opción deseada para elegir, por ejemplo, el menú que unas horas más tarde te servirían en la oficina. No es ciencia ficción. Es lo que ya ocurre en algunos países asiáticos. Acostumbrados a vivir ya casi sin dinero físico, los japoneses, junto con los surcoreanos, están a la cabeza en el pago con móvil, mientras que en Europa empezará a implantarse en 2014.
Hablar de pago mediante el teléfono supone referirse a diferentes sistemas de realizar una transacción económica. El más básico es cuando tu terminal se convierte en un monedero al que previamente le has introducido una cantidad de dinero determinada. Es el caso de la SmartPass de Vodafone, uno de los servicios que incluye Vodafone Wallet. Funciona de forma parecida a las tarjetas prepago de los móviles y al servicio que también BBVA Wallet ofrece a sus clientes. Se trata, en el caso de este banco, de una aplicación que asocia un monedero recargable a un número de cuenta o a cualquiera de las tarjetas que se tenga asociadas a la entidad. La diferencia entre uno y otro se basa en el sistema de transmisión. BBVA solo utiliza una tecnología contactless que requiere pegar en el terminal una pegatina con una antena transmisora incorporada. Con esto, pasas el móvil por el dispositivo que ya tienen en muchas tiendas y se efectúa el pago.
Vodafone utiliza la tecnología NFC (Near Field Communication), una serie de estándares para la transferencia de información de forma segura en distancias inferiores a un par de centímetros. Para que pueda llevarse a cabo, no basta una pegatina. Hay que disponer de un móvil preparado para albergar en su chip este protocolo, además de una tarjeta SIM especial NFC, en la que se almacenen las claves de las tarjetas que descargue en su teléfono. De momento, solo la provee Vodafone, mientras que en los terminales hay que recurrir a Samsung, Sony, LG y HTC para encontrar modelos que permitan pagar así. ¿Y qué pasa si tu smartphone es de los antiguos? Vodafone, además de BBVA, te ofrece una pegatina contacteless que, aunque más limitado a la hora de incorporar futuras utilidades, abre la vía al pago por móvil.
Cómoda y ambiciosa, la tecnología NFC permite salirse del constreñido monedero prepago para cargar directamente en la tarjeta de crédito el importe a pagar con el único límite que cada uno tenga en su entidad. Es algo así como si tu teléfono fuera tu tarjetero. Compras un artículo, despliegas en la pantalla del smartphone la aplicación que te muestra las opciones de pago que tienes asociadas, eliges la que consideres, acercas el móvil al TPV (terminal de punto de venta), metes tu contraseña y ¡listo! Es lo mismo que ofrece Google Wallet, que al igual que Vodafone y dentro de poco Movistar, actúan como intermediarios entre el comerciante y tu bolsillo. Todo, claro, con las correspondientes aplicaciones.
"Si al final sustituimos una tarjeta por un teléfono, ¿qué más da sacar una de ellas o un móvil?", pregunta Estanis Martín de Nicolás, director general de PayPal para España y Portugal. "No se trata de potenciar viejos modelos disfrazados de nuevas soluciones, sino de dar posibilidades diferentes", añade. "Desde tu propio terminal ya puedes elegir PayPal y, a través de él, determinar qué sistema de pago deseas en cada momento. Ahora de lo que se trata es de dar un paso adelante".
Ese paso del que habla Martín de Nicolás se relaciona con la tecnología Beacon, capaz de identificar a una persona que se pasea por una tienda y, gracias a los servicios de geolocalización de su móvil y previo reconocimiento de sus hábitos de compra online, enviarle mensajes al dispositivo con las ofertas que más le encajen. Por supuesto, siempre que el cliente no manifieste su deseo en contra. Beacon está ya en pruebas en Estados Unidos y, si todo sale como está previsto, es probable que lo veamos aparecer por Europa a lo largo de 2014. Mucho antes, este mes de abril, ya podremos empezar a olvidarnos de la contraseña para realizar un pago. Bastará con la huella dactilar, gracias al acuerdo al que han llegado PayPal y Samsung con su nuevo Galaxy S5. Un software específico, denominado Fido Ready, será el que establezca una comunicación segura entre el sensor de huella y el servicio de PayPal en la nube, para que, por fin, nos liberemos de los passwords.
La batalla del consumo
Es en el conocimiento de los hábitos de compra de los usuarios donde se va a librar la gran contienda. "A los jugadores de esta singular batalla les gustaría integrar también en el teléfono la tarjeta de puntos, o loyalty card, tipo Iberia Plus, Mango, etc., junto con las del banco", explica el experto en nuevos sistemas de pago Víctor Escudero. "Imagina, por ejemplo, que un operador de telefonía tuviera la información de qué tarjetas tienes asociadas, cuándo pagas con cada una ellas, etc. Dispondría de una enorme ventaja competitiva".
Vodafone ya ha establecido los cimientos de esta nueva vía. "Su servicio Wallet está preparado para albergar tarjetas de fidelización o de transporte, y poco a poco irá integrando otras utilidades", explica Ibo Sanz, director de Mobile Commerce de Vodafone España. "¿Por qué de momento solo tenemos SmartPass? La particularidad de la tecnología NFC es que, al ser un sistema abierto, dependes de terceros que quieran integrarse. Y eso lleva unos meses. Hemos iniciado el fuego de esta manera para poder ofrecerles ya algo concreto a nuestros clientes".
Pero, ¿en qué lugar queda el iPhone? En Apple son herméticos sobre sus planes, pero iría contra su modus operandi que se encaramaran a un código abierto como NFC. ¿Se equivoca Apple dejando en manos de otros la conquista del mercado o, por el contrario, es Vodafone la que lo hace renunciando a casi el 40% de los usuarios, poseedores de un iPhone? La respuesta se sabrá cuando Apple desvele sus cartas.
En juego está un mercado de 4.300 millones de usuarios de telefonía en todo el mundo y su capacidad de compra. "Si encontráramos una forma sencilla que permitiera realizar la compra tan pronto como aparece el deseo, lograríamos aumentar las ventas", dicen los expertos. La experiencia de Japón y Corea demuestra que están en lo cierto. En estos países, la cifra de negocio de los supermercados que han permitido adquirir productos mediante pantallas desplegadas en lugares públicos ha aumentado un 25%.
¿Y esto es seguro?
Produce cierta inquietud meter los datos de la tarjeta, código CVV incluido, en el móvil. ¿Y si lo pierdo? Basta una llamada al call center del operador para bloquear todos los servicios. "No es fácil que te pirateen los datos en cualquier esquina", opina Víctor Escudero.
"Cierto que una persona, a varios metros de ti, es capaz de acceder a tus información, pero para hacerlo necesitará, además de una antena de gran potencia, ordenadores portátiles, software hecho a medida capaz de descifrar lo que hay dentro del chip… y enormes conocimientos de informática. Mucho más complicado para un caco, en cualquier caso, que sustraerte la cartera del bolsillo en un momento de descuido".