Sonic es uno de los iconos por excelencia de la industria de los videojuegos. Creado por Sega para competir contra uno de los buques insignia de su compañía rival en los ochenta –Super Mario Bros–, el puercoespín ha protagonizado incontables videojuegos de plataformas donde la velocidad era uno de sus ingredientes más sabrosos. Después de varias entregas para la generación de la alta definición, Sonic y sus amigos dejan a un lado las zapatillas para disputar carreras de lo más divertidas a manos de un vehículo transformable con un resultado francamente bueno.
Antes de comenzar a hablar sobre el título que hoy nos ocupa, recordaremos que no es la primera vez que el famoso erizo aparta el género de las plataformas para adentrarse en el mundo de las carreras competitivas. A finales de la década de los noventa apareció en el mercado Sonic R, un título para la difunta Sega Saturn y compatibles donde lo más importante era ser el primero en llegar a la meta. Una década más tarde, y con la potencia de las máquinas de la actual generación, Sega presentó Sonic & Sega All-Stars Racing, un notable título de conducción que contaba con los protagonistas más famosos de la marca japonesa.
En esta ocasión, y siguiendo la estela de su predecesor, la desarrolladora japonesa presenta Sonic & All-Stars Racing Transformed, el segundo título de carreras del erizo en alta definición que bebe mucho de la opera prima de Nintendo: Mario Kart. Y es que, a día de hoy, hay muy pocos juegos de karts que pretendan ofrecer una experiencia similar al título de Nintendo sin plagiarlo descaradamente. Por suerte, el título de Sega ha conseguido reinventarse para ofrecer un título que brilla con personalidad propia.
Circuitos por tierra, mar y aire
Después de una fantástica presentación generada por ordenador donde se presentan las novedades de la obra y algunos de sus personajes más emblemáticos, la obra pone a disposición del jugador diversos modos de juego para comenzar a disfrutar de las alocadas y frenéticas carreras.
Las novedades que presenta el videojuego son frescas e innovadoras, y cuajan muy bien con la experiencia de juego que pretende ofrecer la desarrolladora. El título se desprende de complejos y se presenta como una alternativa más que digna al líder del sector, ofreciendo novedades muy adictivas. Así, el jugador tendrá que recorrer las pistas no sólo en un kart, sino también en lancha y avioneta, ya que, como bien reza el título del juego, los vehículos se transformarán automáticamente cuando el escenario lo requiera, ofreciendo un dinamismo pocas veces visto en un videojuego de carreras.
De esta manera, los escenarios se componen de tres partes completamente diferenciadas: asfalto, agua y aire. Podemos estar compitiendo por la mejor marca en una carretera y, en un momento determinado, salir despedidos por los aires y seguir la batalla en el cielo, para después caer en el mar y continuar el viaje en lancha. Este pequeño e importante detalle dota a la obra de un dinamismo positivo, ya que el control varía en función del tipo de vehículo. Por suerte para los más escépticos, el control se adapta perfectamente a las necesidades del jugador, ofreciendo una experiencia de juego más que satisfactoria.
Además, como no ser de otra manera en este tipo de obras, en diferentes tramos del escenario aparecerán objetos que tendremos que ir recogiendo para utilizarnos a nuestro favor, ya sea para impulsar un poco nuestra velocidad o para molestar al rival y que éste pierda unos segundos vitales para realizar un adelantamiento en condiciones. Derribar a un rival nos obsequiará con una moneda –que tendremos que recoger en la pista–, con la que podremos jugar a una máquina tragaperras para conseguir objetos exclusivos.
Modos de juego y personajes para todos
Más de 20 personajes nos acompañarán durante la travesía en Sonic & All-Stars Racing Transformed, tomando prestado personajes de series tan queridas por los seguidores de Sega como Space Channel 5, Night into Dreams, Jet Set Radio o Skies of Arcadia, además de invitados especiales como Ralph –de la película de Disney Rompe Ralph– o Danica Patrick, piloto estadounidense de NASCAR. Aquellos seguidores que siguieron durante los noventa los movimientos de la desarrolladora verán reflejados tanto en los personajes como en los escenarios esos elementos característicos de cada serie, disputando encuentros en escenarios basados en franquicias como Panzer Dragoon, After Burner e incluso Golden Axe.
En este aspecto, cabe destacar la gran labor de darle al título una personalidad propia, ya que la compañía cuenta con material suficiente como para realizar una obra completa, sin fisuras, que prescinde de escenarios genéricos que, en otros juegos del género, terminan aburriendo después de varias vueltas.
Entrando en los modos de juego, el principal protagonista es el Tour Mundial, en el que tendremos que ir superando los escenarios propuestos para quedar en primera posición y ganar emblemas que utilizaremos para desbloquear nuevas pistas, personajes y pegatinas para modificar nuestro vehículo. Pero no sólo de carreras vive este Sonic & All-Stars Racing Transformed, sino también de retos que se alejan de la velocidad para darle frescor al modo de juego y hacerlo más divertido. Además de las carreras, tendremos retos en los que tendremos que enfrentarnos a un personaje en cuestión, pistas solitarias donde tendremos que hacer uso del derrape –y su posterior impulso si lo realizamos correctamente– para ganar puntos, batallas contra jefes finales, etcétera. El modo carrera es el modo más completo de los cuatro disponibles, y pondrá a disposición del jugador un buen puñado de horas para probar suerte en el mundo de la conducción.
A medida que vayamos superando las pruebas del Tour Mundial, seremos recompensados con monedas en función de la dificultad que hayamos escogido al inicio del nivel. Dichas recompensas nos servirán para desbloquear nuevas pistas, retos y personajes desbloqueables. En este punto, hay que aclarar que, pese al aspecto infantil y desenfadado que ofrece la obra, el título es bastante más difícil que otros títulos del género, obligándonos a repetir los retos más característicos y aprendernos las pistas para ganar que un giro inesperado en la pista no nos pille desprevenidos.
Por otra parte, también tendremos los modos típicos como el Grand Prix, donde realizaremos torneos de varias pistas contra otros personajes; Crono, en el que nuestro objetivo es superar nuestras mejores marcas; y, por último, partida rápida, donde podremos repetir una y otra vez las pistas que nos interesen ya sea para aprenderlas o para echar una partida rápida sin complejos ni complicaciones.
Otro punto a favor de la obra y que aumentará exponencialmente las horas de juego es la experiencia que adquieren los personajes en función de nuestra posición en la carrera. Cada personaje contará con un marcador de experiencia que se irá rellenando en función de nuestra posición. Subir de nivel aumentará los atributos de cada personaje –velocidad, aceleración, manejo, etcétera–, y nos permitirá desbloquear modificadores para su correspondiente vehículo. Está claro que Sega ha decidido que es el jugador quien debe decidir con qué personaje se siente más cómodo en función de su estilo de conducción. Por ejemplo, Sonic es el personaje con más velocidad, pero cuenta con poca probabilidad de conseguir un objeto all-star: el arma estrella de la obra que dará una clara ventaja personal –cada personaje tiene una característica diferente– durante unos segundos.
Pero sin ningún tipo de duda, la diversión en este tipo de videojuegos reside en su vertiente multijugador, y la obra de Sega no iba a ser una excepción. Hasta cuatro jugadores simultáneos podrán competir en una misma videoconsola a pantalla partida, así como disputar encuentros online con otros jugadores de todo el mundo, ya sea compitiendo por llegar el primero a la meta o en batallas donde los objetos son los protagonistas. Y es que, un título desenfrenado sin objetos no tendría demasiado sentido, y en este aspecto contaremos con multitud de objetos que entorpecerán a nuestros rivales. Enjambres de abejas, turbopropulsores, bolas de nieve para frenar el avance de nuestros adversarios e incluso huracanes que modificarán el control de nuestros rivales dan rienda suelta en unos modos de juego que son desafiantes y divertidos a partes iguales.
Como decíamos, el objeto estrella es, sin duda, es el all-star, que funcionará diferente en función del personaje que controlemos. De esta manera, obtendremos una clara ventaja con respecto a nuestro competidores: Sonic se convertirá en Super Sonic, Knuckles será protegido por la Isla Esmeralda que custodia en Sonic Adventure, Amy hará uso de su martillo al ritmo de la música, etcétera.
Divertido y nostálgico a partes iguales
Por otra parte, en cuanto a aspecto técnico, Sega ha mejorado el motor gráfico que presentó en su obra predecesora y lo ha actualizado ofreciendo más detallismo en las carreras. El hecho de que el escenario vaya modificándose levemente para dar pasó a niveles de agua o aéreos es un punto a favor, y todo está muy bien cohesionado para ofrecer una experiencia audiovisual más que notable. Sin ser perfectos, los gráficos son bastante resultones y coloridos, y además vienen acompañados de una banda sonora que recoge el testigo de las obras más emblemáticas de Sega, actualizándolas para la ocasión, despertando el interés de los más nostálgicos. En más de una ocasión nos encontraremos tarareando una vieja canción olvidada que se acomodó hace años en nuestro cerebro durante partidas pasadas. Eso sí, el punto ácido del apartado sonoro es el presentador, que irá narrando nuestros movimientos en los menús y narrando los acontecimientos de la carrera en castellano, pese a que los personajes no han sido doblados a nuestro idioma. Dicho presentador puede hacerse un poco pesado, pero, por suerte, podemos modificar el volumen de su voz o enmudecerlo directamente si nos molesta en exceso.
Así pues, Sonic & All-Stars Racing Transformed se presenta como una alternativa notable a los juegos de karts que residen actualmente en el catálogo de la alta definición. La obra está repleta de referencias a las grandes marcas de la casa, que disfrutarán los que algún día siguieron los movimientos de Sega, pero que cualquier jugador –iniciado o no– podrá disfrutar sin ningún problema. Las carreras son divertidas y existen modos de juego para aburrir, que, sumados al componente online y multijugador, darán multitud de horas de juego. Además, la obra se irá actualizando con contenido descargable en forma de personajes y escenarios, que, previo paso por caja, promete aumentar las horas de juego, ya sea en solitario o en compañía.