Las comunidades del PP bloquean el plan de Sanidad que planteaba la vuelta de las mascarillas

La Comisión de Salud Pública, que agrupa al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas, se ha reunido hoy para discutir el plan diseñado por el Ministerio de Sanidad con el que pretendían endurecer las medidas para afrontar la temporada de virus respiratorios durante el otoño y el invierno, incluyendo el uso de la mascarilla. Sin embargo, la aprobación del documento ha quedado en el aire debido a la oposición de las comunidades gobernadas por el Partido Popular.

En el borrador, el ministerio de Mónica García proponía recuperar el sistema de semáforo del Covid para adaptar las medidas de prevención frente a los virus, como la covid-19, la gripe y el virus sincitial respiratorio (VRS). También ponía sobre la mesa la vuelta de la mascarilla, inicialmente aconsejada para personas con síntomas, pero cuyo uso podría endurecerse -incluso llegando a su "obligatoriedad"- en función de la evolución de la situación epidemiológica.

Las comunidades autónomas del PP, por su parte, han bloqueado la implementación del documento, según ha explicado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. Un documento que, ha subrayado en su cuenta de X, han redactado "sus propios técnicos" sanitarios y que, según el número dos de Mónica García, es de una "irresponsabilidad enorme". En el mismo mensaje, ha expresado su esperanza de que "ojalá recapaciten". 



La falta de acuerdo entre el Ministerio y las comunidades autónomas ha aplazado la aprobación de las medidas hasta una próxima reunión de la Comisión de Salud Pública.

Semáforo Covid

El plan que propone Sanidad divide los escenarios de riesgo en cuatro niveles: 0, 1, 2 y 3, este último asociado a un riesgo "muy alto" o incluso "pandémico", donde podrían tomarse medidas adicionales y excepcionales.

Los indicadores para clasificar estos niveles se basarán en la incidencia de casos, la hospitalización, la ocupación de camas y el número de ingresos en UCI -entre otros-. Estos datos se revisarán semanalmente, apoyándose en sistemas como el de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias agudas (SiVIRA), así como otras fuentes de control como el seguimiento de aguas residuales y los registros de incapacidad temporal.

Vuelta a las mascarillas en espacios clave

Aunque la mascarilla será inicialmente recomendada para mayores de seis años con síntomas, el plan de Sanidad no descarta su obligatoriedad en espacios clave como salas de espera y urgencias hospitalarias si los indicadores alcanzan niveles más preocupantes.

En el escenario 1 -el más bajo-, el uso de mascarilla se recomendará en hospitales y demás centros sanitarios, tanto para pacientes como personal sanitario, especialmente en zonas vulnerables. Aquellas personas con síntomas, deberán, "en la medida de lo posible", limitar su vida social.

En cuanto a las residencias, los trabajadores deberán ser reubicados para evitar el contacto con personas vulnerables, o en su defecto, permanecer de baja al menos cinco días.

En el escenario 2 -nivel alto, salvo que "haya motivos para asignar un nivel de riesgo superior o inferior"-, la recomendación de su uso se extenderá a las salas comunes de los hospitales, con posible "obligatoriedad" de manera general o en aquellos centros que tengan una situación específica de riesgo alto. El mismo uso de ella deberán hacer las personas con riesgo de desarrollar complicaciones graves en supermercados, tiendas y transporte público, cines, teatros, salas de conciertos, gimnasios, salas de baile o eventos multitudinarios al aire libre.

Riesgo "pandémico"

En el nivel más crítico, el escenario 3, que se activaría en caso de riesgo "pandémico", Sanidad podrá adoptar medidas excepcionales, reforzando la coordinación entre territorios y aplicando restricciones adicionales si fuese necesario.



Además de las mascarillas, se incluyen recomendaciones comunes para todos los escenarios, como la vacunación, la higiene de manos y la ventilación de los espacios cerrados.

El Ministerio de Mónica García deja abierta así la posibilidad de que cada comunidad autónoma "pueda implementar tantas medidas complementarias como considere adecuadas".