¿Cómo cuidar las ampollas por quemaduras?

El sol, el aceite o el agua hirviendo, el fuego o numerosas cosas calientes pueden provocar quemaduras en la piel. Problema más que común en la sociedad. Pero, ¿Qué son realmente las quemaduras? Las quemaduras son lesiones que afectan a la piel y otros tejidos como consecuencia del contacto directo o indirecto del calor, frío, radiación, corriente eléctrica o agentes químicos. Cuando se produce una quemadura, independientemente del grado que tenga, salen ampollas. Estas son bolsas llenas de líquido que se forman en la superficie de la piel y pueden ser provocadas por fricción o por quemadura y normalmente desaparecen con los días sin necesidad de tratamiento.

Clasificación de las quemaduras según su graduación

1. Quemadura de primer grado: Afecta solo la capa externa de la piel. Suele aparecer enrojecimiento en la zona, hinchazón y son levemente dolorosas. Se pueden tratar en casa con remedios naturales sin problema.
2. Quemadura de segundo grado: Se dañan tanto la capa externa de la piel como la que se encuentra debajo de ella. Hay enrojecimiento de la zona quemada, hinchazón, dolor y presentan ampollas. Se pueden tratar en casa pero lo ideal sería que lo revisara un médico antes de iniciar un tratamiento.
3. Quemadura de tercer grado: Éstas comprometen más a la salud, ya que alcanzan a dañar las capas más profundas de la piel e incluso los tejidos que se encuentran debajo. Este tipo de quemaduras no son dolorosas ya que las terminaciones nerviosas de la persona afectada están totalmente destruidas.

Hay que tener claro que la mayoría de las quemaduras leves pueden tratarse en el hogar y suelen sanar en el plazo de un par de semanas. Pero, generalmente, las ampollas causadas por quemaduras pueden ser dolorosas y requerir un cuidado adecuado para prevenir infecciones y promover una curación efectiva.

¿Cómo cuidar las ampollas por quemaduras?

• Evaluar la gravedad de la quemadura: Antes de tratar cualquier ampolla, es importante determinar la gravedad de la quemadura y, en función de ello, escoger qué tratamiento es el mejor. Hay que recordar que las quemaduras de primer grado afectan solo la capa superficial de la piel y pueden no causar ampollas. Las quemaduras de segundo grado son más profundas y suelen generar ampollas. Las quemaduras de tercer grado son severas y requieren atención médica inmediata.
• Enfriar la quemadura: Mantener la zona quemada debajo del agua corriente fría (no helada) o aplica una compresa fría y húmeda hasta que el dolor se alivie. Nunca hay que utilizar hielo, ya que aplicarlo directamente sobre una quemadura puede provocar un daño mayor en el tejido. Otra opción para enfriar la zona es sumergir la zona dañada en un cubo o recipiente o colocar un paño húmedo y fresco sobre ella.
• Evitar reventar la ampolla: Aunque puede ser tentador, es crucial no reventar la ampolla ya que esta actúa como una barrera natural contra las infecciones y ayuda en el proceso de curación. Pero, en caso de que la ampolla se rompa accidentalmente, hay que limpiar el área con suavidad usando agua y jabón.
• Limpieza cuidadosa: Lavar la zona quemada con agua fresca y jabón suave. Hay que evitar el uso de productos químicos irritantes como alcohol o peróxido de hidrógeno, ya que estos pueden dañar aún más la piel.
• Vinagre de manzana: Gracias a sus propiedades antibacterianas, puede acelerar la curación y además prevenir una infección. Para aprovechar sus beneficios hay que realizar una mezcla de agua y vinagre en proporciones iguales y frotar suavemente sobre la ampolla con un pincel.
• Té verde: Una planta que contiene propiedades antiinflamatorias que ayudarán a remitir la hinchazón y, por tanto, acelerar la curación. Además, este tipo de té también contiene propiedades antibacteriales que ayudarán a evitar que la ampolla se torne en una infección consiguiendo, así, una limpieza profunda.
• Manzanilla: Sus propiedades calmantes conseguirán restar el dolor de la ampolla, por eso, hay que preparar una taza de manzanilla y dejar que se enfríe un poco antes de aplicarla en la zona a tratar. Luego, hay que introducir un paño en la infusión y presionar ligeramente contra la ampolla durante unos minutos. Poco a poco el dolor va desapareciendo.
• Aloe vera: Es un gran remedio en el tratamiento de las ampollas ya que la savia que contiene esta planta contiene propiedades calmantes, curativas y antiinflamatorias además de ser un humectante natural. Para aprovechar estas propiedades bastará con cortar una hoja de la planta, extraer la parte gelatinosa (la savia) y frotar con ella sobre la ampolla. Se puede repetir este procedimiento 2 o 3 veces al día.
• Sales de Epsom: Estas sales ayudan a secar las ampollas sin que estas se revienten, además ayuda a drenarlas, también contiene propiedades antiinflamatorias y calmantes que ayudarán a sentir mejoría y a dejar de sufrir molestias. Para aprovechar sus beneficios tan solo hay que usar un poco de agua caliente y mezclar estas sales y remojar la ampolla en la mezcla durante 5 minutos.
• Utilizar ungüentos o cremas: Aplicar una capa fina de ungüento antibiótico puede prevenir infecciones y mantener la piel húmeda, lo cual es vital para la curación de las quemaduras. También se le puede aplicar aloe vera o alguna crema humectante.
• Bol con leche fría: Un truco casero para las quemaduras del sol se basa en meter paños en un bol con leche dentro de la nevera ya que el frescor desciende la temperatura de la piel y el ácido láctico ayudará a pelarse para que la piel se cure antes.
• Aplicar un vendaje: Utiliza un vendaje estéril para cubrir la quemadura y proteger las ampollas. Lo mejor es optar por vendajes que no se adhieran a la herida, como los vendajes de gasa no adhesiva o los apósitos especiales para quemaduras y cambia el vendaje diariamente o siempre que se moje o ensucie, también es importante no ajustar para evitar la presión sobre la piel quemada.
• Controlar el dolor y la inflamación: Las quemaduras y las ampollas pueden ser muy dolorosas, por lo que el uso de analgésicos de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol, puede ayudar a controlar el dolor y reducir la inflamación.
• Aunque es habitual que la quemadura pique mientras se cura, no hay que rascarse, o podrán formarse cicatrices y otros problemas.
• Revisar el estado de la quemadura permanentemente y acudir al hospital si aumentan el dolor, el enrojecimiento, hay signos de infección, supuración y pus, inflamación de ganglios linfáticos o fiebre.
• Mantener la hidratación y nutrición adecuadas: Beber suficiente agua y mantener una dieta equilibrada ayuda al cuerpo a curarse más rápido.

Por qué resulta peligroso reventar la ampolla de una quemadura

Aunque algunas personas encuentren estas ampollas antiestéticas, pueden ayudar a prevenir infecciones y otras complicaciones. El motivo es que son el mecanismo de defensa natural que el cuerpo utiliza para proteger la piel quemada subyacente mientras se cura. Por ello es importante dejar la ampolla intacta hasta que la quemadura que está debajo sane. Reventarla no solo es peligroso, sino que ralentiza el proceso de curación, por ello no hay que ponerse hielo, ni apretar ni manosear. Pero, si se rompiese sola, es importante limpiar la zona con agua tibia y jabón suave. Además, es importante proteger especialmente aquellas zonas de la piel dañadas por el sol, aplicando protector solar con frecuencia.