La futura reforma de la Ley del Aborto impulsada por el ministerio de Irene Montero pretende incluir un término, "violencia obstétrica", que genera un enorme rechazo entre ginecólogos y obstetras. Igualdad introduce este concepto, que alude a un maltrato sistemático contra la mujer en el momento del parto y que la comunidad médica niega, dentro de la etiqueta de "violencias machistas". Tras meses con el proyecto sobre la mesa y muchas críticas en redes, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha decidido emprender una campaña en defensa de los profesionales que cuidan a la mujer y al bebé.
La iniciativa, bajo el nombre Gestando Cuidados, consiste en una serie de vídeos que se irán publicando en los próximos días con testimonios de ginecólogos y pacientes hablando del momento del parto y de la forma en que se aborda en España, uno de los países, destacan, con "las tasas de mortalidad más bajas" de madres y bebés. "Estamos para ayudar. ¿En el paritorio actos violentos contra la naturaleza del parto? Yo creo que no es así", afirma una ginecóloga, profesión acaparada en su inmensa mayoría por mujeres pese a que desde Igualdad se quiera poner la etiqueta de "machista" a la violencia obstétrica.
También hablan mujeres que cuentan cómo fue el momento de dar a luz y anestesiólogos que destacan que su labor se realiza "bajo el cuidado, la escucha y la sensibilidad necesarias porque la medicina no se entiende de otra manera". "Lo fundamental es la comunicación matrona-paciente y ginecóloga-paciente", dice otra de las doctoras, mientras se señala que hay que "escuchar más a las mujeres, ver lo que quieren, ver lo que necesitan" y hacer que el momento sea lo más natural posible sabiendo que "la seguridad es prioritaria".
Bajo el término "violencia obstétrica" se engloban prácticas consideradas no respetuosas con el proceso del parto tales como episiotomías y cesáreas "no necesarias", excesivo uso de instrumental o de mecanismos para acelerar el proceso y también factores psicológicos. La ONU ya habló en 2019 de este concepto como "violencia contra la mujer", una visión que ahora pretende imponer Igualdad.
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, responden que con esta campaña quieren evitar que "se propague un concepto equívoco" sobre el conjunto de ginecólogos, obstetras y anestesistas que "afecte a la imagen de aquellos que se encargan de la salud de todos". Quieren, apuntan, "trasladar la realidad que se vive durante el proceso de gestación de una vida" incluyendo testimonios de madres que han tenido alguna complicación durante su embarazo y "han necesitado que el profesional médico realice alguna técnica para salvaguardar su salud y la del bebé".
El colectivo pide poner en valor "la profesionalidad y buen quehacer de los médicos y médicas, algo intrínseco a la práctica de la medicina" y no poner el acento "en casos aislados de mala praxis". El sector es contrario a la generalización bajo la etiqueta de "violencia" de episodios concretos de negligencia. "Es la profesionalidad, eficacia y ejemplaridad lo que realmente describe la labor de estos facultativos, una labor que sitúa a España entre los países con mejores resultados en salud para embarazadas y recién nacidos".
No es la primera vez que las sociedades médicas se pronuncian sobre esta polémica que probablemente seguirá siendo objeto de debate. El Consejo emitió un comunicado el año pasado lamentando la creación de "innecesarias alarmas sociales que contribuyen a erosionar la necesaria confianza médico-paciente, al criminalizar las actuaciones de profesionales que trabajan bajo los principios del rigor científico y de la ética médica". Mientras, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) añadió en otra nota que "no debe confundirse en modo alguno la praxis inadecuada con las expectativas de parto no cumplidas. Sin embargo, es un término que ha permitido poner de manifiesto las experiencias desagradables de muchas mujeres y posicionarlo en el debate público".