Entre 'gripalizar' y estabilizar, ¿cuál será la estrategia en el año III de la pandemia de covid-19?
Expertos y políticos mantienen posturas enfrentadas y es imposible saber cuándo vamos a dejar atrás esta pesadilla.
A punto de cumplirse dos años desde que, el 11 de marzo de 2020, la OMS declarase la covid-19 pandemia global, gobiernos, organismos internacionales, epidemiólogos, virólogos y organizaciones médicas mantienen posturas enfrentadas sobre la estrategia adecuada.
Desde hace unas semanas no son pocas las voces que señalan que la variante ómicron podría significar el final de la pandemia y, de forma más o menos explícita, algunos gobiernos están permitiendo que el virus circule sin excesivas restricciones con el objetivo de alcanzar la tan ansiada inmunidad de grupo —si es que es posible alcanzar esa inmunidad—, en vista de que los datos de hospitalización, enfermedad grave y mortalidad son mucho menores con esta cepa ómicron.
En este sentido se manifestaban recientemente varios expertos en Libertad Digital, entre ellos el doctor Javier Zulueta: "Tengo la impresión de que ómicron acaba con la pandemia. La tasa de infecciones es brutal, pero la gran mayoría con cuadros muy, muy leves. En Sudáfrica está bajando la incidencia igual de rápido que subió. Esto se acaba".
"Un modelo de contagio masivo"
En línea con esta postura, a finales de 2021 las autoridades sanitarias israelíes empezaron a valorar cambiar su estrategia de respuesta a la pandemia y promover "un modelo de contagio masivo" de la nueva variante en vez de imponer más restricciones, de forma que se pudiese retomar la producción económica y la vida tal y como la conocíamos en 2019.
Estrategia de "contagio masivo" que se suma a la vacunación masiva. Israel fue el primer país en administrar la tercera dosis de refuerzo en el verano de 2021, y el pasado 21 de diciembre el comité de expertos que asesora al Gobierno aprobó la cuarta dosis para frenar la actual ola provocada por ómicron, que en ese país es la quinta.
También en el Reino Unido, con cifras récord de contagio, Boris Johnson ha apostado por una estrategia de convivencia con el coronavirus y mínimas restricciones. Hay que recordar que esta estrategia no es nueva. Suecia optó, inicialmente, por convivir con el virus. Sin embargo, tuvo que echar marcha atrás porque en ese momento, año 2020, el virus era mucho más letal y, sobre todo, no se contaba con la protección de las vacunas, que es el hecho diferencial en estos momentos.
Bajas laborales y revisión de cuarentenas
Factor a tener en cuenta es que la menor gravedad de ómicron viene acompañada de una altísima contagiosidad, lo que está provocando graves problemas económicos y laborales a empresas y organismos, públicos y privados, a colegios y bomberos, a tripulaciones de avión y a servicios esenciales como los propios servicios sanitarios o la Policía… con innumerables bajas laborales por contagio o por contacto con contagiado.
Los diferentes gobiernos tratan de encontrar el equilibrio entre salud y economía, y una de las primeras cosas que se ha hecho es poner en revisión la duración de las cuarentenas. Estados Unidos fue de los primeros países en dar el paso reduciendo las cuarentenas de 10 a 5 días.
También este asunto ha venido acompañado de polémica sobre la duración y quién tiene que guardar esa cuarentena: ¿10 días, 7 días, 5 días? En caso de contacto estrecho, ¿sólo los no vacunados? En los colegios ¿a partir de qué número de contagios hay que cerrar una clase?
En este año III de la pandemia la crisis sanitaria se está viendo complicada por las implicaciones sociales, económicas y laborales, y la necesidad, entre otras cosas, de agilizar las bajas y altas laborales. A esto responde la iniciativa de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que ha propuesto al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que los médicos puedan emitir los partes de baja y alta laboral a la vez para los enfermos de covid-19 asintomáticos con test positivo, con el fin de reducir a la mitad los trámites administrativos.
Andalucía, Asturias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Murcia han establecido también estrategias para agilizar las bajas y altas laborales por coronavirus con el objetivo de desatascar la Atención Primaria.
¿'Gripalizar' o estabilizar?
En definitiva, si bien es cierto que la nueva variante provoca menos hospitalizaciones y menos muertes, no es menos cierto que su altísima contagiosidad invita, en opinión de muchos expertos, a ser cuando menos cautelosos a la hora de dar un giro en la estrategia, porque, dicen, un tanto por ciento pequeño de millones de casos puede, igualmente, acabar colapsando la Sanidad. Aunque para algunos este colapso sanitario se está produciendo, en gran medida, por no haber cambiado los protocolos y por seguir tratando la covid como una enfermedad grave y no como una enfermedad respiratoria más, lo que lleva a tensionar todo el sistema. La pescadilla que se muerde la cola, en definitiva.
La polémica está servida en medio de una escalada de casos sin precedentes a nivel mundial, y no sólo a nivel científico, sino también político y mediático. ¿Gripalizar la covid y pasar a un sistema centinela en su seguimiento o estabilizar primero la situación epidemiológica antes de declarar la covid como una endemia?
Una vez más nos enfrentamos al caos y las propuestas contradictorias, la improvisación y la imprevisión, como ha ocurrido antes con tantas cosas: la utilización del pasaporte covid, el uso de las mascarillas en el exterior o la implantación de otras restricciones como el toque de queda y la limitación de aforos, o la venta de los test de antígenos en supermercados, terceras y cuartas dosis de vacunas... Y así llevamos dos años.
El desconcierto y el cansancio de la población —la llamada fatiga pandémica—, las graves implicaciones económicas y sociales, el aumento de problemas mentales —muy especialmente entre niños y jóvenes— el que se estén dejando de tratar otras patologías también empujan en la dirección del cambio de estrategia, pero son muchos los que todavía se oponen.
"Acabar con la excepcionalidad"
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC) en el editorial de su revista médica se ha manifestado de forma rotunda por el cambio de estrategia a la hora de abordar la pandemia. "Debemos acabar con la excepcionalidad: la covid-19 debe ser tratada como el resto de enfermedades. La inmunidad adquirida y la llegada de ómicron así lo permiten".
Aunque no es un comunicado oficial de la SemFYC según precisa José María Molero, miembro de su Consejo asesor, sí es una "reflexión de cara al futuro" que está "en consonancia" con el mensaje que están lanzando desde la Sociedad: "Hay que retirar los protocolos y atender sólo los casos graves de covid".
La posición del Gobierno
Con esta postura de acabar cuanto antes con la excepcionalidad de la covid parece que se ha alineado el Gobierno español… aunque con matices. El pasado lunes, en una entrevista en la cadena SER, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó que llevan trabajando desde hace "semanas" en un cambio de estrategia que consistiría en tratar la covid como una enfermedad endémica, como la gripe. "Creo que tenemos las condiciones para que, con precaución y poco a poco, empecemos a evaluar la evolución de esta enfermedad con parámetros diferentes", señaló. Y añadió que este debate se debería "abrir a nivel europeo". "La propia ministra de Sanidad lo ha planteado a distintos ministros de Sanidad europeos".
Lo que quiere el Ejecutivo es "una transición progresiva" desde un sistema de vigilancia emergente a un sistema de vigilancia centinela. Eso es lo que se ha acordado en la Comisión Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del miércoles 12 de enero: gripalizar la covid, pero sólo una vez se haya estabilizado la sexta ola. Esa es la apuesta actual del Gobierno que anunció al finalizar la Comisión Interterritorial ministra Carolina Darias: España comenzará a cambiar el sistema de vigilancia y control de la covid-19 una vez se haya superado la sexta ola, "nunca antes", ya que "la enfermedad pandémica poco a poco va adquiriendo características de endemia". Es "evidente que la situación no es igual a otras olas anteriores" gracias a las altas tasas de vacunación y a las características de la variante ómicron.
Voces en contra
Pero no todos son tan optimistas y en la comunidad científica hay claras discrepancias. El vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia, Óscar Zurriaga, ha rechazado en declaraciones a Europa Press que sea el momento de abordar la vigilancia de la covid-19 como si fuera una gripe. "Es lo que todos quisiéramos. Pero en estos momentos la covid-19 no es como el resto de enfermedades. Si se pretende decir que es como la gripe y ya está, no es así. No estamos viendo lo mismo que en una temporada gripal estándar o incluso de las malas", ni en casos ni en su gravedad.
Ildefonso Hernández, exdirector de Salud Pública y miembro de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), opina en declaraciones al diario El Mundo que "hay que esperar a que baje la incidencia de la sexta ola y darnos un periodo de estabilización, bien puede ser el verano". En cuanto al cambio en la forma de vigilancia de la covid es "una cuestión que se plantea desde hace tiempo" y que "hay que adaptarlo a una situación de futuro". En el mismo sentido se ha manifestado Óscar Zurriaga en Europa Press. "No es una cosa de hoy. En la temporada pasada ya se preparó el protocolo. Pero el problema es que descansa sobre Atención Primaria, que en este momento no da para más".
De hecho, ya en el primer informe del Instituto Carlos III de la temporada 2020/2021 se menciona la intención de vigilar conjuntamente gripe y covid-19 y "cualquier otro virus respiratorio o posible agente etiológico emergente en el futuro".
Joan Caylá, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, remarca en el diario El Mundo que "no hay que precipitarse, deberíamos ir coordinados a nivel internacional sobre todo de Europa Occidental y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC)". Caylá explica que "el tema es que el SARS-CoV-2 es una pandemia muy activa ahora, cursa en España con ondas trimestrales, cada onda es peor que la clásica epidemia de gripe que nos afecta cada año".
Otros profesionales piensan que "es una barbaridad" la postura que ha hecho pública la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la que ha expresado el presidente del Gobierno de gripalizar la covid. Así se expresa el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), el doctor José Polo García en declaraciones a El Periódico de España. "Es una barbaridad. Si lo que buscan es tranquilizar a la población lo que hay que hacer es aumentar los recursos para solucionar los problemas". Considera "aventurado", "salir en estos momentos diciendo que esto es una gripe". "¿Y si esto muta a una variante mucho más grave? Eso puede ocurrir. Es una estrategia política. Por los últimos protocolos, lo que pretenden es que nos contagiemos todos y esto se acabe".
En contra también Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien en declaraciones a En Casa de Herrero en esRadio, opina que la decisión de pasar a endemia está basada en una suposición del recorrido del covid-19 (baja letalidad y mortalidad) "sin certeza de que se vaya a mantener en el tiempo" y si va a haber mutaciones más letales en un futuro. Además, no puede ponerse una fecha para que se produzca el cambio de pandemia a endemia. "El plazo es desconocido" y "tenemos que tener argumentos científicos que corroboren" el cambio.
Para Armenteros hay grandes diferencias entre ómicron y la gripe. En primer lugar, la "capacidad infecciosa": mientras un infectado con ómicron contagia a entre 10 y 15 personas, un infectado con gripe contagia sólo a entre 2 y 3. En segundo lugar, a diferencia de la gripe la covid tiene una consecuencia que es "la covid persistente", que se puede padecer independientemente de la gravedad con la que haya cursado la enfermedad. "Es algo que también desconocemos de lo que pueda ocurrir con la ómicron". "Tener antivirales de amplio espectro", dice, "sería verdaderamente el punto de inflexión que marcaría la diferencia. Podríamos decir, en ese momento, que controlamos la enfermedad".
Los organismos internacionales
Los principales responsables de la OMS en Europa, Catherine Smallwood, y su director regional, Hans Kluge, mostraban su desacuerdo con el hecho de tratar la covid-19 como endémica ya que "no se cumplen las condiciones para ello". Si bien no descartan que se acabe convirtiendo en endémica, les parece prematuro plantearlo en 2022. Para hablar de endemia, dice Smallwood, hay que asumir una "cierta estabilidad de circulación del virus a unos niveles predecibles y unas olas de transmisión epidémica conocidas y predecibles", situación que "no se acerca en absoluto" a lo que estamos viviendo.
El director regional de la OMS Europa, Hans Kluge, también ha pedido prudencia a la hora de pasar a considerar la covid-19 como endemia. "Al estar en medio de la gestión de una pandemia, tenemos que ser muy cuidadosos con las predicciones de futuro". En las últimas declaraciones, la OMS advierte de que más del 50% de la población europea acabará infectada en las próximas 6-8 semanas si se mantiene el ritmo de contagios.
Desde la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se pide no perder el respeto al virus por la levedad de los casos de ómicron. Marco Cavaleri, responsable de Productos Biológicos y Estrategia Vacunal de la EMA, apuntó en rueda de prensa que ómicrón "está produciendo elevadas cifras de infecciones en la población. Por ello, es muy importante tener en cuenta la potencial amenaza que constituye y no contemplarla solo como la causante de una enfermedad leve".
En medio de tantos bandazos y opiniones enfrentadas, la ONU asegura que "seguirá el ejemplo" de países como España que van a tratar a la covid-19 como endemia en cuanto la sexta ola esté controlada. Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, ha declarado en rueda de prensa que dejará que la OMS se ocupe en términos médicos del asunto, aunque ha subrayado que "seguirán el ejemplo" de los países que han confirmado que tratarán a la covid-19 de forma diferente.
Quizás no sean tan distintas las propuestas y opiniones de unos y otros, y que en lo único que difieren es en el cuándo será posible hacer efectivo el cambio de estrategia. Los más optimistas miran ya a esta próxima primavera como el momento en el que habrá que decir adiós al coronavirus como pandemia y decretar el fin de las restricciones. Así lo ve Antonio Zapatero, responsable del Plan Covid en Madrid, que huye tanto del excesivo optimismo como del catastrofismo.
Otros no lo ven tan claro y piden no echar las campanas al vuelo, manteniendo la estrategia de vacunación masiva pero con restricciones. En dos meses es posible que sepamos con más certeza si dejamos atrás la pesadilla.
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