Hace exactamente una semana, el diagnóstico de Javier Zulueta comenzó a colarse en los hogares de muchos españoles. Ávidos de buenas noticias en medio de un escenario que muchos se empeñan en dibujar como catastrófico, miles de tuiteros comenzaron a viralizar el mensaje de esperanza que el doctor había compartido con sus seguidores.
"Tengo la impresión de que Ómicron acaba con la pandemia. La tasa de infecciones es brutal, pero la gran mayoría con cuadros muy, muy leves. En Sudáfrica está bajando la incidencia igual de rápido que subió. Esto se acaba", sentenciaba este prestigioso neumólogo navarro, que actualmente trabaja en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Menor riesgo de hospitalización
Junto a él, muchos expertos se han afanado en los últimos días en hacer un llamamiento a la calma, que contrasta con el alarmismo que reina en la mayor parte de los medios de comunicación. Entre ellos, Luis Sancho, conocido analista de datos que, recogiendo los parámetros que día tras día mide la conocida web Our World in Data, constataba que ómicron era ya la variante dominante en decenas de países de todo el mundo, pero "confirmando las teorías sobre una mayor velocidad de transmisión (olas más explosivas y cortas) y un menor riesgo de hospitalización y muerte (hasta 10 veces menos grave)".
Gorka Orive, Doctor en Farmacia por la Universidad del País Vasco, ponía cifras a esta percepción y apuntaba a una caída de ingresos que iba desde el 50-70% en Inglaterra, hasta el 80% en Nueva York.
¿Es Ómicron menos virulenta? Actualizo datos**.
— Gorka Orive (@gorka_orive) December 24, 2021
1️⃣ Escocia: 60% menos de hospitalización
2️⃣ Inglaterra: 50-70% menos de riesgo de hospitalización
3️⃣ Sudáfrica: >65% menos de hospitalización con menor tasa de vacunación
4⃣ Nueva York: 80% menos de hospitalización (@NoahShachtman) pic.twitter.com/vd1dJw8M8Y
Adolfo García Sastre lo resumía en El Independiente de forma muy sencilla: "El covid se ha acabado y nos hemos quedado con una cosa distinta". De hecho, el también conocido virólogo del Hospital Monte Sinaí de Nueva York se plantea si deberíamos empezar a considerar a personas con covid solo a aquellos que terminan en el hospital.
Una infección diferente
"El comportamiento de la infección es completamente diferente ahora de cómo era al principio, en gran medida debido a la vacunación, pero también a que este nuevo virus ha tenido muchas mutaciones muy significativas que han dado lugar a un virus que produce menos letalidad y una infección menos grave", sentencia el doctor Zulueta en conversación con Libertad Digital.
El neumólogo hace hincapié en una realidad que probablemente todos hayamos constatado: "Todos conocemos a muchos infectados o muchos positivos, cosa que no ocurría anteriormente, pero muy pocos tienen que ir al médico". La clave reside en las células a las que ataca ómicron. "La mayor parte de los pacientes son asintomáticos o con síntomas leves de infección de vías altas respiratorias. Se están produciendo menos neumonías y por eso quizás sea menos grave", apunta el doctor.
Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Púbica, también coincide en que este aspecto es absolutamente clave. "Ómicron afecta principalmente a los bronquios, pero no al interior de los pulmones, no a los alvéolos, y eso de alguna forma aumenta la contagiosidad, porque la infección está más arriba, pero al mismo tiempo, al no afectar a los pulmones, nos pone en una situación que lo hace mucho menos grave", explicaba el pasado miércoles en Es la Mañana de Federico.
Adiós a la pandemia
Según Zulueta, al convertirse en un virus "cada vez más transmisible, pero menos letal", el coronavirus tiende a desaparecer, ya que "se extiende la inmunidad" que genera de forma natural. Es decir, a más contagiados curados, más personas inmunes. "Juntando estos dos conceptos, tengo la esperanza de que estemos cerca del final de la pandemia", sentencia el doctor que, sin embargo, insiste en que eso no quiere decir que el coronavirus vaya a desaparecer. Aun así, Zulueta cree que estaríamos en una situación "muchísimo mejor".
"Si conseguimos convivir con el virus de forma cíclica, con infecciones anuales, y podemos tener vacunas anuales, estaremos ante una infección similar a la gripe -vaticina el doctor-. no es que eso no sea peligroso, porque la gripe también puede ser peligrosa, pero es otro tipo de peligro que sabemos manejar bastante bien".
De hecho, esto es algo que ya hace semanas apuntó Richard Friedland, CEO de Netcare, la mayor y más importante red de clínicas privadas de Sudáfrica. Él mismo aludió a la pandemia de 1918 y recordó que, a pesar de que entonces la gripe española provocó cerca de 50 millones de muertes en todo el mundo, en dos años el virus se volvió menos letal, dando lugar a la gripe común que conocemos hoy en día.
La transición a la endemia
En palabras del investigador de la Universidad de Salamanca Miguel Marcos, "estamos probablemente en la transición de la pandemia a la endemia", algo que cada vez más países comienzan a asumir. De hecho, Sudáfrica -donde se sitúa el origen de ómicron- ya ha decidido eliminar las cuarentenas y aislamientos a positivos asintomáticos, entendiendo que este nuevo escenario exige aprender a convivir con una variante muy contagiosa, pero menos virulenta que las anteriores.
El mismo camino podría seguir Israel, que ya valora sustituir las restricciones por "contagio masivo", con el fin de alcanzar esa verdadera inmunidad de grupo que nos permitiría decir adiós a la pandemia. Sin embargo, el camino hasta llegar a ese punto no está exento de riesgos.
El riesgo global
No obstante, el doctor advierte de que "si al final se infecta una buena parte de la población, eso va a llevar a un elevado número de casos no sólo leves (que de por sí saturan la atención primaria, algo que afecta a todos) sino también graves, con la consiguiente saturación de hospitales y UCI".
Por eso, tanto Marcos como otros expertos siguen recomendando a los ciudadanos extremar la precaución y, especialmente a aquellos que sí tienen síntomas y que, por tanto, a priori son los más peligrosos. A todos ellos, el doctor -que, además, es el secretario científico del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca- les envía un mensaje muy claro y conciso en sus redes sociales: "Aunque tu riesgo sea bajo, el riesgo global es muy alto".