Mientras la ola de la variante ómicron de coronavirus sacude a España y otros países multiplicando los contagios, desde Sudáfrica, el país que descubrió su aparición, llegan noticias esperanzadoras. Uno de los científicos al frente de la gestión de la pandemia celebró el pasado miércoles la caída de casos que están detectando. El pico, dijo, se había superado y los contagios están bajando casi tan rápido como subieron desde principios de semana.
"Mientras otras variantes provocaron olas similares al Kilimanjaro, la de Ómicron se parece más a escalar la cara norte del Everest", dijo Salim Abdool Karim en declaraciones recogidas por el Washington Post. "Ahora estamos yendo cuesta bajo por la cara sur", ejemplificó, indicando que cree que podría estar cerca el final de la ola. Además, apuntó que "probablemente el resto de países seguirá el mismo camino". La caída de casos es especialmente acusada en la provincia de Gauteng, donde se detectaron las mutaciones, pero se nota también en otras zonas.
Además, la caída de contagios de ómicron coincide con la difusión de los últimos datos sobre el impacto hospitalario de esta contagiosa variable en Sudáfrica. Según datos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NICD), ómicron está dejando una tasa de hospitalización del 5,7 %, frente al 15,6 % de delta, el 16,2 % de beta, durante la segunda ola y el 13,1 % de la primera ola
Además, los hospitales sudafricanos han confirmado la muerte de un 5,6 % de los pacientes ingresados por coronavirus mientras que en olas previas el porcentaje rondaba el 20%, lo que sugeriría una menor gravedad debida por una menor virulencia de la variante o bien debida a la mayor inmunidad de la población. Sudáfrica, con una tasa de vacunación del 26% tiene en cambio una tasa muy alta de ciudadanos que se han infectado en olas previas (entre un 60 y un 70%).
Como recordó la doctora Waasila Jassat, especialista en hospitalizaciones del NICD, y repiten en Occidente los expertos, aún es pronto para saber si en efecto ómicron es intrínsecamente menos grave que otras variantes aunque los indicios parezcan sugerirlo. Jassat recalcó que hacen falta "más estudios" para poder obtener conclusiones firmes. "Lo que sí podemos decir es que esta es la epidemiología en Sudáfrica. Ómicron se está comportando de una manera que es probablemente menos grave (...) No está claro si este cuadro será el mismo en otros países donde hay altos niveles de vacunación pero menos nivel de infección previa", señaló otra especialista sudafricana, Cheryl Cohen.
¿El futuro de los protocolos?
Al contrario que otros países Sudáfrica no impuso restricciones ni confinamientos ante el impacto de ómicron. El pasado jueves, además, cambió los protocolos respecto a rastreo, aislamiento y contactos estrechos en una decisión que podría anticipar lo que pasará en otros países.
Ante la magnitud de los contagios y el hecho de que la mayoría de ellos son leves, el país decidió suspender las cuarentenas de los contactos estrechos, que podrían "hacer vida normal" y permanecer atentos a la aparición de síntomas. Además, las autoridades sanitarias de Sudáfrica renunciaron al rastreo sistemático de contactos.
En cuanto a los positivos, Sudáfrica suspendió el aislamiento de los casos asintomáticos, a los que solo les pide ahora evitar aglomeraciones, usar mascarilla y mantener la distancia social. En cuanto a los pacientes con síntomas leves, entre los que cita fiebre, tos y malestar, se mantiene un aislamiento de ocho días, que se eleva a diez en el caso de pacientes con síntomas graves como dificultades respiratorias o dolor torácico.