Por primera vez desde que empezó la pandemia, Alemania ha recurrido al Ejército para trasladar pacientes de UCI ante la saturación de algunos hospitales. Un Airbus A310 MedEvac, una UCI volante con capacidad para seis personas, llevó a pacientes desde Memmingen, en Baviera, a centros hospitalarios de Renania del Norte-Westfalia. Hace unos días, fue noticia el traslado, también desde Baviera, de dos pacientes a hospitales italianos. En medio de una ola de la que las autoridades hablan de forma cada vez más dramática ("en invierno los alemanes estarán vacunados, curados o muertos", ha llegado a decir el ministro de Sanidad), y a la que se añade la incertidumbre por la nueva variante, desde el país miran con asombro a países como España, con una incidencia que está subiendo pero que está muy lejos de la alemana y sobre todo con una situación hospitalaria sin colapso. ¿Qué está pasando para que la situación entre uno y otro país sean tan distintas en este momento? Estas son algunas de las claves:
La vacunación
Para el virólogo de referencia del país, Christian Drosten, y las autoridades sanitarias, es la clave de lo que está pasando. La tasa de vacunados con la pauta completa no llega al 70% en Alemania y, además, se reparte de forma muy desigual entre los Länder: en Renania del Norte-Westfalia es de casi el 72% y en Sajonia del 58%. Además, hay reticentes a vacunarse en todos los estratos de edad, incluidos aquellos más susceptibles de sufrir enfermedad grave, los mayores de 60 años. Según el Robert Koch Institut, la tasa de vacunación entre este sector es del 86% y en estados como Sajonia está por debajo del 80%.
Esta situación entre los mayores, que Drosten calificó de "trágica", no existe en España, donde los más vulnerables se han vacunado de forma masiva. Entre los mayores de 80 años la tasa es del 100%; entre las personas entre 70 y 79 años es del 99,1% y entre los adultos de entre 60 y 69 años, de un 97,9%. El porcentaje total en toda España roza el 80% y el porcentaje más bajo, que alcanza no obstante el 77%, se da entre los adultos entre 30 y 39 años, a priori con un riesgo muy bajo de desarrollar enfermedad grave.
La ocupación UCI
Según los últimos datos de Sanidad, en España se sitúa en un 6,5%. En Alemania, se acerca al 20, pero de nuevo la situación de colapso se explica por las diferencias entre unos y otros estados. Mientras al norte hay áreas con ningún paciente UCI con covid, hay áreas sanitarias de Baviera y Sajonia con ninguna cama UCI libre y con porcentajes de ocupación covid superiores al 50, 60 o 70%. Se da la circunstancia además de que esta ola ha pillado al país con menos camas UCI disponibles que el pasado invierno y con problemas de personal para crear nuevos puestos aunque la cifra total de ingresados en cuidados intensivos con covid no toque aún los picos del año pasado.
La influencia de los anti vacunas
En España también existen pero su eco es infinitamente menor (a la vista están los datos) del que encuentran en otros países europeos, entre los que se encuentra Alemania. Su perfil es muy variado y están repartidos en todas las franjas de edad. El Frankfurter Allgemeine Zeitung se hizo eco de un estudio que recogía cómo aunque en el este muchos son simpatizantes del populista AfD, al sureste los denominados Querdenker estaban más cerca de la extrema izquierda y los movimientos ecologistas.
Las diferencias no son nuevas: como reflejó un estudio de la UE de 2018 sobre confianza en vacunas, elaborado coincidiendo con una preocupante caída en la vacunación de sarampión en algunos países, Portugal y España eran los que tenían un porcentaje mayor de ciudadanos que creían que las vacunas eran seguras (95 y 91,6%, respectivamente). En Alemania el porcentaje caía al 83%.
Las anteriores olas
Otra posible diferencia es que olas anteriores en España han sido mucho más "crudas" que en Alemania. Como explica a LD el catedrático de Parasitología de la Universidad de Valencia Rafael Toledo, eso significa que entre la población alemana "hay menos inmunidad adquirida por infección y hay más población susceptible".
¿Nos enfrentaremos a una ola similar?
En España la incidencia está subiendo lentamente pero aún se sitúa en 171 frente a los más de 800 de Alemania. Toledo ve posible que vayan a subir los casos pero considera que no subirán "las formas graves de la enfermedad" y por tanto no cree que vaya a haber presión sanitaria, algo que, recuerda, ya pasó con la variante delta en la denominada "quinta ola".
El catedrático es partidario de medir las olas no fijándonos exclusivamente en el número de casos, porque "contagios se van a producir siempre", sino en si se producen o no casos graves de la enfermedad. Entre tanto, las comunidades autónomas difieren en las medidas para tratar de prevenir un nuevo aumento de casos: mientras varias comunidades apuestan por el pasaporte covid a imitación de otros países europeas y Sanidad amaga con pedir más restricciones, regiones como Madrid lo ven inútil ante una cobertura vacunal tan alta y apuestan por reforzar el mensaje de que hay que mantener la precaución, usando mascarilla en interiores, ventilando y manteniendo distancia social.
En Alemania, de momento, lo que copa los titulares no es la incidencia sino el porcentaje de ocupación UCI y la situación de las clínicas entre llamamientos repetidos a vacunarse que parece que empiezan a tener efecto: el número de nuevos vacunados se ha incrementado ligeramente en los últimos días.