El coronavirus se ceba con Rumanía, que pasa por el peor momento de la pandemia. De hecho, se ha convertido en el país de Europa con más muertos por millón de habitantes. Desde el 12 de octubre, las muertes por covid no bajan de 400 al día y el país tiene la mitad de población que España. La clave: el bajo nivel de vacunación de su población. Tan sólo el 30,5% ha recibido la pauta completa, según los últimos datos oficiales. La situación es tan preocupante que el Colegio de Médicos de Bucarest se ha visto obligado a publicar una carta abierta para rogar a los ciudadanos que se vacunen.
El requerimiento "nace del sufrimiento que se siente y se vive en las unidades médicas que tratan a los pacientes con covid-19". Así reza en el texto que, destacan, está escrito desde "la responsabilidad de personas que ponen la ciencia y la medicina, basadas en evidencias, en primer plano".
Según explican los facultativos, "cada vez es más difícil" para ellos hacer frente a la enfermedad causada por el Sars-Cov-2. Cada día son "testigo de tragedias: pacientes moribundos, familias que sufren, médicos que han agotado sus fuerzas, personal médico infectado que necesitan atención médica (...)". Un "dramático panorama" que achacan al "bajo grado de vacunación". Un "fracaso" que asumen como propio por no haber podido inferir la confianza necesaria a la población.
Los médicos rumanos insisten: "La vacunación es una de las herramientas más importantes para el manejo eficaz de la pandemia de covid-19". Aunque una persona pueda contagiarse o incluso desarrollar la enfermedad de forma grave, explican, "la proporción de estos casos es mucho menor entre las personas vacunadas que entre las no lo están".
"Es un grito de desesperación", recoge la carta. "Todos los días perdemos cientos de pacientes, que mueren en hospitales rumanos", señala. El personal sanitario, a través de este comunicado emitido desde el Colegio de Médicos de Bucarest, ruega a la población que "reflexione" sobre ello y se compromete a "luchar para reconstruir la relación de confianza entre médico y paciente".
Los médicos rumanos no pueden más. Han escuchado "demasiadas veces", afirman, la frase: "No puedo respirar... No estoy vacunado". Se sienten "desarmados" a la hora de enfrentarse a la covid y ya, reconocen, no saben qué hacer. "Estamos en una encrucijada", afirman, "solo un esfuerzo conjunto, el nuestro y el suyo, puede poner fin y detener esta ola de la pandemia de covid-19".
La vacunación no avanza
Hace quince días, les informamos en LD de que la alerta sanitaria subía de nivel en Rumanía. Entonces ya les contamos que el país era el segundo de la Unión Europea con menos personas inmunizadas contra la covid. Apenas un 29% había recibido la pauta completa. En este tiempo, la situación ha cambiado poco o muy poco, casi nada, en lo que se refiere a la campaña de vacunación. El porcentaje ha subido sólo un 1,5% en dos semanas.
Los esfuerzos del Gobierno por aumentar la confianza de la población en los fármacos contra el coronavirus no han obtenido demasiados frutos, el movimiento antivacunas está muy arraigado en los países de Europa del Este. Y la situación sanitaria ha empeorado notablemente. El que fuera un oasis sin covid en las primeras olas de la pandemia, ha recibido el azote del virus en la última y les ha pillado desprevenidos.
Como explicó en LD la inmunóloga e investigadora del CSIC Matilde Cañelles, esto ha ocurrido porque "se confiaron". Las primeras olas fueron más suaves, registraron menos muertes y contagios que otros estados a pesar de ser uno de los países menos vacunados, y "creyeron que no era necesario" inocularse el fármaco. Rumanía incluso se convirtió en un referente para los líderes antivacunas que ponían el país como ejemplo para defender su rechazo a las vacunas e, incluso, para negar la pandemia. Ahora, los datos les han dejado sin argumentos. Bulgaria va por el mismo camino.