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Por qué es tan importante la donación de Amancio Ortega de la que quiso apropiarse Pedro Sánchez

Hasta ahora sólo dos centros privados contaban con máquinas como las donadas por el dueño de Zara, que beneficiarán sobre todo a niños.

Sánchez saluda a Flora Pérez en el acto de presentación de la nueva terapia | EFE

La semana pasada Pedro Sánchez compareció en la Moncloa acompañado por los consejeros de Sanidad de varias comunidades y de la vicepresidenta de la Fundación Amancio Ortega, quien en realidad debería haber acaparado todo el protagonismo del acto. El presidente anunció un "Plan de Colaboración en la Implantación de la Protonterapia en el Sistema Nacional de Salud" que era en realidad el anuncio de una millonaria donación del dueño de Zara: pagaría 280 millones por diez unidades de protonterapia, una tecnología aún ausente de los hospitales públicos y cuya llegada a España supone una excelente noticia para el sector sanitario y, sobre todo, los pacientes. El presidente no pudo resistirse a hacerse la foto y autoconvertirse en la estrella del acto. Lo que se anunciaba era en efecto algo extraordinario con muchas repercusiones en la vida de muchos enfermos de cáncer.

La protonterapia es una modalidad de radioterapia basada en haces de protones, lo que permite liberar la radiación de forma más localizada, de forma que produce menos efectos secundarios con la misma tasa de curación. Su gran ventaja es que logra irradiar menos el tejido sano que rodea el tumor, lo que la hace especialmente útil en tumores localizados cerca de estructuras u órganos muy sensibles a la radiación, como tumores cerebrales o localizados junto a la columna vertebral, el globo ocular… También es especialmente útil en cáncer infantil, debido a que los órganos de los niños, en plena formación, son más sensibles a la radiación.

Sánchez se atribuye una donación de Amancio Ortega pagada al 100% por el fundador de Inditex

Hace dos años, el Centro de Protonterapia de Quirónsalud en Madrid trató al primer paciente en España con esta terapia. Hasta ahora, este grupo privado y la Clínica de Navarra son los únicos lugares de España donde se puede recibir esta cura, por lo que los pacientes necesitados de este tipo de tratamiento dependían de que los derivaran a estas clínicas o debían marcharse al extranjero.

La radiación del futuro

Desde la Sociedad de Oncología Radioterápica han recibido con "total satisfacción" la noticia de la donación del fundador de Inditex. Su vicepresidente, el doctor Antonio Gómez Caamaño, destaca cómo los protones, a diferencia de los electrones o los fotones, son "partículas más elegantes" que permiten "depositar la dosis de radiación justo en el tumor", lo que los hace "especialmente buenos para los niños". En declaraciones En Casa de Herrero, Felipe Calvo, especialista en Oncología Radioterápica de la Clinica de Navarra, lo calificaba de "cirugía biológica": "Permite acceder a zonas muy difíciles, con órganos muy sensibles, y depositar la energía con tal fidelidad que no se dañan los tejidos adyacentes".

Es por ello que hay quien la conoce como "radiación del futuro": con diez máquinas, más las dos existentes, España se situaría a la vanguardia de Europa, donde ahora mismo hay 30 en funcionamiento, siete de ellas en Alemania. Caamaño estima que "el cinco o diez por ciento de los pacientes oncológicos requerirían" ahora mismo radioterapia con protones, por lo que cree que con la donación de Ortega "la población española va a estar muy bien atendida".

Centro de protonterapia de Quirón Salud

No ocurrirá, sin embargo, de un día para otro: según el médico harán falta "dos o tres años" para tener todas funcionando, entre convocatoria y resolución de concursos en cada autonomía, construcción "de un espacio para albergarlo" y puesta a punto de las máquinas. Caamaño destaca no obstante que ese tiempo vendrá bien para formar a los oncólogos, radiofísicos y resto de personal que tendrá que trabajar con ellas.

En cuanto a la importancia económica de la donación, subraya que se trata de tratamientos muy costosos porque la inversión de partida es muy cara. Una vez hecha, servirán para "tratar a muchísimos pacientes, durante muchísimos años" con el tratamiento más efectivo hasta ahora, lo que hace que este tipo de inversiones, que en el caso de España estarán sufragadas por la fundación Amancio Ortega, compensen.

Las máquinas se instalarán en País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid y Canarias, que ahora tendrán que hacerse cargo de su instalación, mantenimiento y gestión funcional y asistencial.

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