China se enfrenta a la OMS a cara descubierta, tras analizar los pormenores de la segunda parte de la investigación sobre el origen de la pandemia propuesta por el organismo, que incluye auditorías de laboratorios y mercados en Wuhan, la ciudad en la que se detectaron los primeros casos confirmados de coronavirus.
El subdirector de la Comisión Nacional de Salud china, Zeng Yixin, ha realizado este jueves una rueda conjunta con uno de los responsables del Instituto de Virología de Wuhan, Yuan Zhiming, para poner los puntos sobre las íes y dejar claro el rechazo de Pekín a los planes anunciados por la Organización Mundial de la Salud, que admite ahora no haber presentado suficiente atención a la hipótesis del escape del laboratorio.
Zeng ha tachado la propuesta como un "sinsentido" y ha considerado que va "en contra de la ciencia". En su opinión, las pesquisas se deberían realizar "en múltiples países y regiones" y no repetirse en lugares que ya han inspeccionado, en referencia a la infructuosa expedición de la OMS a Wuhan. Recordemos, guiada y guionizada por Pekín, que se limitó a corroborar las tesis chinas. El propio Jaime Metzl, asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la calificó como "un engaño". Pero, claro, con ella China pretendía dar carpetazo al asunto.
Al parecer, para el resto del mundo debería ser suficiente que el Gobierno del país asiático asegure que el coronavirus no se escapó de uno de sus laboratorios, como ha vuelto a hacer en la comparecencia el responsable del Instituto de Virología de Wuhan, Yuan Zhiming. Según ha afirmado no ha habido ninguna fuga desde la apertura del centro en 2018: "No ha habido escape de patógenos ni infección accidental del personal".
Por eso, Zeng ha vuelto a pasar la pelota a la OMS, de quien espera una rectificación. Le pide que "abandone la injerencia política" y "revise seriamente las consideraciones y sugerencias de los expertos chinos" para tratar "el rastreo del origen del virus covid-19 como un asunto científico". Pekín se opone —ha dicho— a la politización del estudio.
El cambio de postura de la OMS
La pasada semana, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a China transparencia y "que coopere aportando los datos en bruto sobre los primeros días de la pandemia". Algo que —reconoció— no ha hecho hasta ahora y es vital para averiguar el origen del coronavirus. "Es una deuda pendiente con millones de personas que lo han sufrido", añadió.
Por otra parte, admitió que "ha habido mucha presión" para descartar la hipótesis de la fuga del laboratorio. Fue un "impulso prematuro", ha señalado, teniendo en cuenta que "los accidentes de laboratorio ocurren". Él mismo —dijo— ha cometido alguno "trabajando en ese tipo de instalaciones, en el pasado".
El cambio de tono y de postura es más que evidente. Hasta ahora, la OMS le ha bailado el agua al régimen comunista. Incluso tapando sus vergüenzas cuando todo apuntaba a que Pekín ocultaba información deliberadamente. Como señala un informe de la CIA, China ha querido enmascarar el alcance de la pandemia desde el principio, informando de menos casos y —por supuesto— menos muertes. El organismo que dirige Teodros contribuyó con su silencio y las consecuencias son incalculables. Esto pudo hacer que otros Estados restaran importancia al virus, provocando un retraso en la adopción de medidas y, en consecuencia, muchas muertes que se podrían haber evitado.
La reacción de EEUU
Estados Unidos ha tachado este jueves de "irresponsable" y "francamente peligroso" el rechazo de China a los planes anunciados por la Organización Mundial de la Salud. Así lo ha expresado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, que ha incidido en que "no es momento de poner trabas".
En línea con la nueva postura de la OMS, ha afirmado que en la primera fase de la investigación no se tuvo suficientemente en cuenta la hipótesis del escape del laboratorio y Pekín tampoco prestó la colaboración "necesaria" para averiguar el origen del coronavirus, por lo que ha insistido en la conveniencia de llevar a cabo un nuevo estudio con un "enfoque multilateral".
Es "crucial", ha advertido, que China proporcione acceso a "datos y muestras" en su territorio para que el mundo pueda "entender" lo que ocurrió y "prevenir la próxima pandemia". "Se trata de salvar vidas en el futuro".