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Todos los charcos que ha pisado Carolina Darias como ministra de Sanidad

Lleva pocos meses en el cargo pero ya ha protagonizado varias polémicas sonadas con CCAA y con los médicos.

Lleva pocos meses en el cargo pero ya ha protagonizado varias polémicas sonadas con CCAA y con los médicos.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias | EFE

Tras una larga trayectoria en la política canaria y su paso por el Ministerio de Política Territorial, Carolina Darias se convirtió en ministra de Sanidad en enero, en plena tercera ola y después de que Salvador Illa, tras negarlo varias veces, se convirtiera en candidato socialista a las elecciones catalanas. Darias llegó al cargo en pleno repunte de casos pero también cuando por primera vez se veía el final de la pandemia gracias a las recién llegadas vacunas (Illa se fue justo después de las fotos de las vacunas de Pfizer con la pegatina de España).

Pero precisamente las vacunas, junto con esa "cogobernanza" autonómica de la que tanto le gusta presumir a Pedro Sánchez, han sido las que más críticas y preguntas incómodas le han generado a Darias, que en estos meses también ha conseguido ponerse a todos los médicos en contra por la elección de plaza de los MIR. Estos son algunos de los ‘charcos’ que ha pisado Darias en estos meses:

Los bandazos con AstraZeneca

La llegada de vacunas con cuentagotas fue el primero de los problemas a los que se tuvo que enfrentar Darias, y muy relacionada con ello está el ‘culebrón’ de AstraZeneca, cuya gestión le ha generado a la ministra críticas desde todos los sectores, incluido el sanitario. La vacuna anglosueca, la que iba a ser fundamental para que por fin cogiera velocidad en el proceso de vacunación en Europa, protagonizó nada más aprobarse un enfrentamiento entre la UE y la farmacéutica porque no llegaban las vacunas prometidas. En paralelo, y a pesar de que en su aprobación de la vacuna la Agencia Europea del Medicamento la recomendaba a todos los mayores de 18 años, algunos países, entre ellos España, decidieron no inocularla a los ancianos por una supuesta falta de evidencia científica. Sanidad fue más lejos y decidió sólo ponérsela a los menores de 55, y de entre ellos a trabajadores esenciales como farmacéuticos, policías, bomberos o profesores.

La decisión ya generó controversia porque en un momento de escasez de vacunas y con todavía la mayor parte de los mayores sin inmunizar, Sanidad dejaba fuera AstraZeneca del grupo de más riesgo. Pero pronto las cosas fueron justo al revés: tras la detección de varios casos de trombos muy raros y ante la sospecha de que pudieran tener relación con la vacuna, la EMA puso AstraZeneca bajo estudio y se suspendió su inoculación. Tras dictaminar la EMA que se trataba de un posible efecto adverso muy raro y que la vacuna se seguía considerando eficaz y segura para todos los grupos de edad, Sanidad decidió volver a ponerla, pero sólo a personas de entre 60 y 69 años. Los vacunados menores de esa edad y pendientes de la segunda dosis quedaban a expensas de lo que decidiera el ministerio más adelante.

La postura del ministerio de Darias de decidir en este asunto al margen de lo que apuntaba la EMA y de la experiencia en Reino Unido fue contestada por autonomías como Madrid, que defendió desde el principio que la vacuna podía ponerse en cualquier rango de edad, y de sociedades médicas que no entendían por qué no se seguía el criterio de la agencia europea. Para los trabajadores esenciales, primero Darias apuntó que no había prisa puesto que la segunda dosis se ponía a las doce semanas y planteó como posibilidad incluso que no llegaran nunca a ponérsela. Finalmente, el Ministerio acabó recomendando una segunda dosis de Pfizer tras un controvertido estudio ad hoc del Carlos III, y, ante las presiones autonómicas, admitiendo que quien quisiera se pusiera AstraZeneca firmando un consentimiento informado.

La consecuencia fue que la inmensa mayoría decidió seguir el criterio de la EMA y no el de Darias, eligiendo masivamente una segunda dosis de AstraZeneca. Darias reaccionó abroncando a las autonomías que recomendaban abiertamente AstraZeneca e incluso aireando más casos de trombos asociados a esta vacuna, algunos con resultado de muerte. La reacción de Sanidad despertó estupor por el empeño de la ministra y su Ministerio en contra de la vacuna y la inseguridad y desconfianza en las vacunas que podía tener como consecuencia.

Los MIR: "Susto o muerte"

Otro de los conflictos a los que se ha enfrentado Darias, y aún se enfrenta, es el de la elección de plaza de los MIR: Sanidad decidió cambiar el sistema habitual por uno telemático que ya se intentó implantar el año pasado en plena pandemia y que, según denuncian los opositores, no permite elegir la plaza en tiempo real. Médicos, enfermeros y otros profesionales sanitarios han salido a la calle dos veces contra el Ministerio con el respaldo unánime de todo el sector por un cambio que, denuncian, no se entiende y que está generando problemas añadidos, como el de la conciliación o los fallos continuos de la web.

Según ha explicado a LD el portavoz de FSE con Garantías, han conseguido algunos cambios tras las últimas reuniones, la última de once horas, pero el conflicto está ahora en manos de los tribunales, donde se está dirimiendo ahora quién tiene las competencias. "Hemos tenido que elegir entre susto o muerte", resumen. Temen que la resolución judicial, si llega, no sea a tiempo para los MIR: las plazas empezarán a adjudicarse la semana que viene. Cuando ha sido preguntada por el asunto, Darias ha justificado el cambio amparándose en la situación sanitaria y en que las modificaciones son legales. Los representantes médicos responden que no entienden el porqué de un cambio que a nadie beneficia, del que también se estarían quejando las CCAA y que podría desembocar en más vacantes.

Polémica incluso en la "desescalada"

Después de que por fin la vacunación esté avanzando a buen ritmo, las comunidades autónomas se enfrentaban al fin de las restricciones y a cómo encajar la nueva situación creada después de que decayera el estado de alarma. Sanidad sorprendió en uno de los últimos Consejos Interterritoriales con el intento de hacer obligatorias las hasta ahora recomendaciones sobre aforos y horarios en función del nivel de incidencia, el sistema "semáforo" en el que se clasificaba los territorios según el número de casos y otras variables.

La medida, que suponía imponer medidas más duras que en momentos muchos peores de la pandemia, llegaba justo cuando la situación estaba empezando a mejorar en prácticamente todos los territorios. Andalucía, Madrid, Cataluña, Murcia, Galicia y País Vasco rechazaron la medida y tras una victoria judicial del gobierno de Ayuso Darias tuvo que dar marcha atrás, tras ganarse las críticas casi unánimes de la hostelería y el ocio nocturno.

La vacunación de la selección

Otra de las polémicas innecesarias que ha generado el Ministerio ha sido el de la vacunación de la selección, que llegaba a la Eurocopa sin estar inmunizada. Algunos sectores se quejaron de que los jugadores se "saltaran" los grupos de edad designados por Sanidad, algo que por otra parte ya había ocurrido con el equipo olímpico. En un intento de librarse de las posibles críticas, Darias intentó llevar el asunto al Consejo Interterritorial para implicar a las comunidades autónomas. Se quejaron, y finalmente la vacunación fue efectuada por las Fuerzas Armadas.

Mientras, los MIR señalaban la paradoja de que para ellos no había plan de vacunación pese a su incorporación en breve a los hospitales. Finalmente serán inmunizados al llegar a su puesto, y no antes, con la vacuna que decida su comunidad autónoma.

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