A pesar de que la Comisión de Salud Pública decidió este martes obviar el debate, apenas unas horas después, el presidente de Gobierno ha utilizado un acto con empresarios para proclamar a bombo y platillo que "pronto vamos a abandonar las mascarillas en la calle".
Sánchez se apropia así de una medida que las comunidades autónomas llevan semanas persiguiendo y que, teóricamente, debería partir del Consejo Interterritorial de Salud en el que están representados todos los gobiernos regionales.
El mecanismo para cambiar la Ley
"En unas semanas, el 50% de la población tendrá al menos una dosis y la hoja de ruta es clara y se está cumpliendo", ha explicado Sánchez para justificar el anuncio. En todo caso, la modificación no será inmediata, ya que deberá pasar tanto por el Consejo de Ministros como por el Congreso de los Diputados.
La Ley 2/2021 de 29 de marzo establece en su artículo 6 que "las personas de seis años en adelante" quedan obligadas al uso de mascarillas "en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público". Así, para modificar este mandato, el Ejecutivo deberá aprobar un decreto ley que entraría en vigor provisionalmente en el mismo momento de su aprobación, pero que, posteriormente, debería ser convalidado en la Cámara Baja en un plazo de 30 días.
Las fechas que se manejan
Si todo sigue según lo previsto, la intención de Gobierno es buscar primero el consenso en el seno del Consejo Interterritorial. La Comunidad Valenciana ya anunció el lunes que trataría de plantear el debate en la reunión de este miércoles. Sin embargo, la última en pronunciarse sobre asunto ha sido la consejera de Salud de Navarra, Santos Indurain, que se ha mostrado convencida de que la propuesta se debatirá "la semana que viene". De ser así, la aprobación del decreto ley no llegaría, como pronto, hasta el Consejo de Ministros del próximo 29 de junio.
Entre las comunidades que llevan tiempo defendiendo el adiós a las mascarillas en exteriores destacan Galicia y Castilla-La Mancha. El primero en poner sobre la mesa esta posibilidad fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ya el pasado 12 de mayo expresó su convencimiento de que en "el mes de julio o agosto" empezaríamos otra vez "a poner cara a todas las personas que vemos por la calle".
Más contundente si cabe fue hace tan solo unos días el presidente manchego, Emiliano García Page, que decía tener "la firme determinación de suprimir la mascarilla en espacios públicos en el mes de julio".
"Hacerlo con sensatez"
Sin embargo, no todas las comunidades son partidarias de flexibilizar la normativa. "No nos planteamos disminuir la presión a nivel de las mascarillas", aseguró tajante el 31 de mayo el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre. A su juicio, este elemento es "lo que más nos previene" frente a la covid-19, además de la vacuna. Por eso, insistió en que "hasta que no tengamos claro que hemos doblegado al coronavirus" tendremos que seguir usándolo.
En la misma línea se manifestó también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que si bien reconoció estar estudiándolo, incidió en que la mascarilla "ha sido la mejor herramienta contra el virus" y sugirió que, por tanto, Madrid no tiene prisa: "Ojalá que llegue pronto, pero hay que hacerlo con sensatez".