Tras una semana de tiras y aflojas, el Ministerio de Sanidad consumaba este miércoles su último volantazo y accedía a eliminar las restricciones a la hostelería y convertir en meras recomendaciones las medidas relativas al ocio nocturno. Todo, apenas una semana después de defender a capa y espada su carácter obligatorio e incluso amenazar a las comunidades autónomas que, con Madrid a la cabeza, se rebelaron ante una imposición que nunca antes se había materializado, ni siquiera en los peores momentos de la segunda y tercera ola.
Carolina Darias ha tratado de justificar la enésima rectificación de Sanidad, alegando que "el Gobierno siempre escucha a todos". Sin embargo, eso no parecía ser así cuando la semana pasada aseguró que las medidas eran "obligatorias y si no las cumplen, tendremos que hacer que se cumplan".
"La salida tenía que ser conjunta, una salida consensuada, una salida acordada porque la sociedad nos estaba pidiendo esto, la imagen de división no ayuda, si entramos juntos en esta crisis, salimos juntos de ella", explicaba este miércoles la ministra ante la sorpresa de los mismos periodistas que, hace apenas siete días, la habían escuchado pronunciar un discurso radicalmente distinto.
El origen del cambio
Ni las críticas del sector de la hostelería y el ocio nocturno, ni la oposición frontal de hasta seis comunidades —Andalucía, Madrid, Cataluña, Murcia, Galicia y País Vasco, que ni siquiera participó en la votación— y la abstención de otras dos —Castilla y León y Melilla— fueron suficientes entonces para que Sanidad diese su brazo a torcer. Y eso, a pesar de que la propia Ley que regula el funcionamiento del Consejo Interterritorial de Salud establece que todas sus decisiones se han de tomar por consenso.
Sin embargo, todo cambió cuando la Audiencia Nacional decidió atender al recurso presentado por la Comunidad de Madrid y suspendió cautelarmente el paquete de medidas ante "el riesgo de generar situaciones de incertidumbre y de menoscabo (que pudiera ser grave) a los intereses de los afectados últimos por la decisión de imponer restricciones distintas a las ya existentes".
Así quedan las medidas
Nada más conocer el fallo, Darias envió a los consejeros un nuevo borrador en el que rectificaba sus postulados y que este miércoles ha contado con el visto bueno de todas las autonomías. Así, una vez que se publique en el BOE, se eliminarán todas las restricciones relativas a la hostelería: las comunidades no tendrán que someterse a las limitaciones horarias establecidas por Sanidad, ni de aforo, ni tampoco cerrar el interior de los bares a partir de unos determinados indicadores de riesgo. A partir de ahora, la decisión de qué hacer corresponderá única y exclusivamente a los gobiernos regionales.
Lo mismo sucederá con el ocio nocturno. La semana pasada, Sanidad estableció que discotecas y bares de copas sólo pudieran abrir hasta las 2:00 horas en las comunidades que estuvieran en el nivel 1 de alerta. Ahora, también pueden hacerlo las que se encuentren en el nivel 2, al que hace días también descendió Madrid, aunque nuevamente se trata de meras recomendaciones. Es decir, incluso La Rioja y el País Vasco, en nivel 3, podrían abrir estos locales si así lo deciden sus respectivos gobiernos.
El nuevo volantazo del Gobierno frena así otra cascada de recursos ya que, tras la victoria judicial de Madrid, Andalucía y Galicia también había advertido de que presentarían un recurso ante el Tribunal Constitucional por "invasión de competencias" si Sanidad no daba marcha atrás.