Pese a estar prácticamente en verano, ambulatorios y hospitales están detectando en niños pequeños casos de bronquiolitis, una infección de los bronquios que puede ser especialmente grave en lactantes y que es más frecuente en los meses invernales. La bronquiolitis se asocia en España en un 70 u 80% a un virus que junto a la gripe había ‘desaparecido’ este invierno, en plena pandemia de coronavirus: el Virus Respiratorio Sincitial o VRS. El pico de incidencia en nuestro país se alcanza entre noviembre y febrero y en su día los médicos expresaron su asombro por su ausencia total. Ahora, el comentario más repetido es el contrario: se están encontrando casos de VRS en una época del año atípica. ¿Por qué?
Signo de "normalidad"
Desde la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas, su presidenta, la doctora Paula Vázquez, confirma a LD que se están detectando en las Urgencias "casos esporádicos" de bronquiolitis por VRS "desde hace un mes", que requieren de ingreso si se producen entre lactantes muy pequeños. Los datos los confirma el Sistema de Vigilancia de Gripe en España y los centros de atención primaria. Destaca cómo, aunque "mayo y junio son meses con bastante asistencia de pacientes en las urgencias pediátricas", no era "esperable que se vean pacientes lactantes con bronquiolitis".
La presencia de VRS y también de otros virus que provocan "cuadros respiratorios" como rinovirus o adenovirus está siendo objeto de debate entre sanitarios. Su desaparición se achacó sobre todo a las medidas de prevención del SARS CoV 2: lavado de manos, mascarilla, ventilación, distancia social, seguidas a rajatabla en la mayoría de centros educativos, focos de virus infantiles en otros inviernos. Ahora, los sanitarios se preguntan si su reaparición se debe a una "relajación" en las medidas de prevención o al hecho de que el SARS CoV 2 está de hecho ya circulando menos debido, entre otras cosas, a la vacunación. La doctora Vázquez apunta a esta teoría: "El hecho de empezar a verlos puede significar que estamos recuperando poco a poco la normalidad, ya que al disminuir la incidencia de SARS CoV2, los virus que estaban desplazados están emergiendo (VRS, adenovirus, parainfluenza…), por lo que estamos viendo bronquiolitis fuera de su temporada, que es el invierno".
Un efecto indeseado de las mascarillas
El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu explica a LD otra posible razón de este resurgir del VRS: la "acumulación de población infantil susceptible" durante "más de un año de aislamiento social y mascarillas". Según esta teoría, la falta de exposición al virus provocaría que hubiera más niños susceptibles a él, "con el agravante de que el VRS circula entre adultos con infecciones muy leves y asintomáticas y son los niños los expuestos".
Esta teoría sobre los peligros de la falta de la exposición habitual a ciertos virus y la disminución de la inmunidad también hace temer a los expertos que la situación se repita en el caso de la gripe y la epidemia del año que viene pueda ser más "dura", como publicó LD. Lejarazu y otros expertos publicarán próximamente un artículo sobre la "espada de doble filo" que suponen las medidas de prevención contra la covid para las infecciones respiratorias (Social distancing, lockdown and the wide use of masks. A magic solution or a double-edged sword for respiratory virus epidemiology?), una situación que además de en España se está viendo en otros lugares y que hace unos meses también se vivió en países del hemisferio sur como Australia. Allí también detectó un resurgir anómalo del VRS achacado igualmente a una disminución de la inmunidad y a un aumento de la población nunca expuesta a él.
¿Vacuna de ARNm contra el VRS?
La posible mayor incidencia de la gripe el próximo invierno podrá mitigarse gracias a la vacuna. En el caso del VRS, no obstante, sigue sin haber vacuna a pesar de que se trata de un virus que puede muy peligroso para los niños, sobre todo los bebés más pequeños y los que tienen alguna patología. Antes de la pandemia había varios proyectos en marcha; ahora el probado éxito de las vacunas de ARN mensajero contra el SARS CoV podría beneficiar la prevención de este patógeno.
Hace pocas semanas, Moderna, la responsable de una de las dos vacunas de ARN mensajero aprobadas hasta ahora, anunció la buena marcha de uno de sus próximos proyectos: una vacuna contra el VRS basada en la misma tecnología y que utiliza una nanopartícula idéntica a la empleada por la vacuna contra el SARS CoV 2.
Según la compañía, ya hay resultados sobre la primera fase en el desarrollo de la vacuna en el rango de edad de 18 a 49 años: los voluntarios mostraron anticuerpos neutralizantes un mes después de la inyección y no hubo efectos adversos serios más allá de los habituales. Además de esta vacuna, con la que confían inmunizar en un futuro a niños y ancianos, la compañía tiene en marcha otros 13 proyectos vacunales contra el citomegalovirus, la gripe o incluso el VIH.