Los servicios secretos británicos valoran la posibilidad de que la pandemia de coronavirus tuviera su origen en un laboratorio de investigación chino. Hipótesis que consideran "factible", a pesar de que sostiene que podría ocurrir que "nunca lleguemos a conocer" el origen real de Sars-Cov-2. Así lo recoge The Sunday Times en la edición de este domingo, en la que informa de la investigación abierta por Reino Unido para explorar esta vía, que Pekín niega desde el principio.
La postura del Gobierno británico coincide con la que mantiene el de Estados Unidos, que ya con la presidencia de Trump apuntaba la posibilidad de que el nuevo coronavirus hubiera salido del Instituto de Virología de Wuhan, apoyándose en un informe de la Inteligencia estadounidense, y ahora -con Joe Biden- ha ordenado una investigación en profundidad sobre el asunto, después de que saliese a la luz que tres investigadores del citado laboratorio tuvieron síntomas compatibles con la covid en noviembre de 2019.
El 24 de mayo, The Wall Street Journal publicó algunos de los datos de un nuevo informe de la inteligencia estadounidense que recoge la enfermedad que habrían padecido los científicos chinos, justo antes de que estallara oficialmente la pandemia. Una información que abrió de nuevo el debate sobre el origen del Sars-Cov-2 y -por tanto- de la pandemia, que se ha cobrado hasta el momento más de 3,5 millones de vidas.
Las reacciones a esta información no se hicieron esperar. Por un lado, Biden pidió a Inteligencia "que redoble sus esfuerzos para recopilar y analizar información que pueda acercarnos a una conclusión definitiva". Y China se apresuró a denunciar una supuesta campaña de difamación, acusando de manipulación a aquellos que dan crédito a la hipótesis del laboratorio.
La posición que adoptaría Pekín era más que previsible, y se corresponde con la falta de transparencia que el gigante asiático ha mantenido desde el inicio de la crisis sanitaria provocada por la propagación del nuevo coronavirus.
De hecho, según la publicación de The Sunday Times, las fuentes de los servicios secretos consultadas por el diario tampoco confían en que se pueda llegar al fondo de la cuestión, precisamente por la opacidad del Gobierno chino. Un "secretismo" que nos llevará a "lagunas" durante la investigación. "Los chinos mentirán en cualquier caso", sentencian.
La infructuosa misión de la OMS
La Organización Mundial de la Salud envió una expedición a Wuhan después de que el Gobierno chino le comunicase la primera infección por covid, que —según los datos aportados por Pekín— se habría registrado el 8 de diciembre de 2019, tras varios días con síntomas.
Los expertos de a OMS llegaron a la ciudad china el 14 de enero, para investigar el origen del nuevo coronavirus. Sin embargo, no hizo más que respaldar la tesis de Gobierno chino: que la transmisión se produjo de los murciélagos a los seres humanos a través de otro animal. La misión descartó desde el principio que la posibilidad de que se escapase de uno de sus laboratorios, y así lo reconoce en las conclusiones publicadas el pasado 30 de marzo.
Las explicaciones resultaron insuficientes para la comunidad científica, que reclama desde entonces -e incluso antes- un estudio más profundo y totalmente transparente. El 14 de mayo, un equipo internacional de investigadores de primera línea aseveraba que "las teorías de la liberación accidental desde un laboratorio y de la propagación zoonótica, siguen siendo viables" en un artículo publicado en la revista Science.
A través de la publicación, científicos reconocidos como Jesse Bloom, Alina Chan, Ralph Baric, Akiko Iwasaki, David Relman, firmaban una carta —junto a otros colegas— en la que pedían un examen adecuado para poder llegar a "saber cómo surgió la covid-19". Entre otras cosas, alegaron que las hipótesis con las que trabajaron los expertos de las OMS no se consideraron de forma equilibrada. Y la prueba es que sólo 4 de las 313 páginas, del informe y sus anexos, abordaban la línea del accidente de laboratorio.
La connivencia de la OMS
La colaboración de la Organización Mundial de la Salud ha sido fundamental para que China haya podido librarse de toda responsabilidad, al menos hasta el momento.
- Dio por buenos los datos aportados por Pekín sobre las primeras infecciones de covid, desde el principio.
- Contribuyó con su silencio a ocultar los primeros momentos de la pandemia, lo que permitió que la propagación del virus fuese mayor.
- Respaldó su tesis sobre la transmisión de los murciélagos a los humanos, desde que estalló la crisis sanitaria.
- Para acallar a las voces que pedían una investigación en profundidad, envió una misión que debía investigar el origen del nuevo coronavirus y que —sin embargo— no se salió ni un ápice del guion establecido por las autoridades del país asiático.
Una posición que a día de hoy continúa. No hay más que ver las declaraciones que realizan algunos de su miembros durante la asamblea anual del organismo. El director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, lamentó este sábado que la investigación sobre los orígenes del Sars-Cov-2 "se vea envenenada por la política". Además, aseguró que se están "viendo discursos en los medios con muy pocas noticias o evidencias verdaderas".
"La política dificulta las cosas, dejemos que los científicos sigan trabajando", agregó la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María van Kerkhove, quien pidió a todos que gestionen correctamente sus expectativas en lo que tiene que ver con esta espinosa cuestión.