La Sociedad Española de Inmunología (SEI) denuncia la ceremonia de la confusión que las últimas decisiones sobre la vacuna de AstraZeneca han provocado en la población. "Los mensajes ambiguos o cambiantes provocan desconfianza -advierte la doctora Carmen Martín Alonso-. Las decisiones que se toman con cierta premura provocan intranquilidad cuando no hay ninguna necesidad".
Este mismo viernes, el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha denunciado que los vaivenes del Gobierno ya están haciendo que disminuya el número de ciudadanos que acude a vacunarse, mientras que Andalucía ya ha cifrado en un 20% el rechazo a AstraZeneca en la comunidad. "Ése es el peligro que yo veo", coincide la inmunóloga, que recuerda que hasta el 50% de los enfermos de covid desarrollan trombos, un porcentaje mucho más alto que el supuesto efecto adverso de la vacuna de AstraZeneca.
El covid provoca más trombos
Según la vocal de la Sociedad Española de Inmunología, "ahora la gente, en vez de temer a la enfermedad y a ese 50% de trombos, a la UCI y a la muerte, le teme a un evento que ocurre en proporciones extremadamente infrecuentes, 100 veces menos que morir por covid". En este sentido, la experta insiste, además, en que "ahora que se sabe cuáles son los síntomas, se pueden atajar y frenar", mientras que "lo que sí es peligrosísimo es acabar en una UCI con covid y morir".
La SEI subraya que una sola dosis ya protege contra las formas graves de la enfermedad, pero recuerda que la Agencia Europea del Medicamento no desaconseja administrar la segunda dosis de AstraZeneca. "No sé cuánto tiempo lo han reflexionado, pero nosotros desde luego tenemos un respeto y un aprecio absoluto por la Agencia Europea del Medicamento", asegura la doctora, que defiende que el organismo regulador cuenta con "los mejores expertos del mundo".
¿Por qué actúa así el Gobierno?
En declaraciones a Libertad Digital, la inmunóloga insiste en que "ellos han analizado todo en profundidad y siguen diciendo que lo que hay que hacer es continuar vacunando". Precisamente por eso, Martín Alonso cree que lo que ha ocurrido es que se han dejado de lado "los criterios estrictamente médicos y científicos" y que son "otras cosas" las que han precipitado las decisiones.
"Me cuesta comprender que se tome una decisión contraria a la Agencia Europea del Medicamento", reconoce la doctora, aunque al mismo tiempo advierte de que España no es el único país que lo ha hecho. Sin ir más lejos, Francia ya ha anunciado su intención de poner la vacuna de Pfizer o Moderna a aquellos que ya han recibido la primera dosis de AstraZeneca.
La combinación de vacunas
España también baraja esta posibilidad, tal y como reconoció la propia ministra de Sanidad, Carolina Darias. Sin embargo, Martín Alonso cree que "lo más científicamente aceptable" sería esperar a los ensayos clínicos. El pasado mes de febrero, AstraZeneca anunció un estudio combinado con Pfizer, pero advirtió que los resultados definitivos tardarían un año en llegar. Así las cosas, si el Gobierno decidiera finalmente optar por combinar estas vacunas, lo haría sin saber cuál puede ser la reacción.
Aun así, desde la Sociedad Española de Inmunología llaman a la calma, ya que "cada uno de los medicamentos por separado se han probado y por sí solos son efectivos". De hecho, Martín Alonso asegura que "nadie piensa si hay interferencia entre el tétanos y la gripe", por ejemplo. "No me parece una locura, pero hay una manera de hacer las cosas bien y esa manera es hacer ensayos clínicos", sentencia.
Los expertos que nadie conoce
Con todo, desde el SEI se ofrecen al Gobierno para asesorarle, ya que desconocen -al igual que el resto de la población- cuál es su comité de expertos. "Inmunólogos en activo creo que no hay", advierte la doctora. Recoja o no en el guante, Martín Alonso recuerda que "lo importante es vacunar a cuanta más gente y cuanto antes, mejor y vacunar primero a los que más peligro tienen, que son los mayores".
Tras las restricciones impuestas a la vacunación con AstraZeneca, el Ejecutivo se apresuró a garantizar que eso no modificaría los plazos marcados por el Gobierno para conseguir vacunar al 70% de la población antes de septiembre. Los inmunólogos recuerdan que es vital maximizar el ritmo de vacunación, pero no para cumplir plazos, sino para salvar vidas.
"Lo importante de todo esto no es intentar salvar a Navidad, la Semana Santa, el verano o la campaña política de quien sea. Lo importante es salvar vidas y tener la conciencia tranquila de que se está haciendo lo máximo que se puede hacer en cada momento con los medios que se tienen", concluye.