Un año después del estallido del coronavirus en todo el mundo -aunque aún sigue sin estar claro cuándo y cómo surgió-, la revista Nature preguntó a más de cien epidemiólogos, inmunólogos y virúlogos cuál podría ser el futuro del coronavirus y si podría llegar a ser erradicado. La respuesta fue clara: más del 90% opinó que ya no era posible la desaparición del virus aunque había discrepancias sobre la forma en que seguiría afectándonos.
La gran mayoría de los expertos preguntados apuntaba que el SARS CoV 2 se convertiría en un virus endémico, es decir: que seguiría provocando brotes con frecuencia y a tasas previsibles en bolsas de población o lugares específicos "durante años".
Los posibles escenarios
El futuro del coronavirus depende de varias cuestiones que aún no tienen respuesta: cuánto durará la inmunidad de las vacunas, si aparecerán variantes "de escape" capaces de sortear esa inmunidad, hacia dónde evolucionará el virus o si surgirá alguna vacuna capaz de frenar la transmisión además de parar la enfermedad grave. Por eso las opiniones citadas por Nature no pasan de ser hipótesis en torno a la principal pregunta: cuándo podremos volver a una vida relativamente normal.
En función de esas incógnitas, Nature dibuja varios escenarios posibles:
- Erradicación: sólo sería posible si la inmunidad natural o a partir de las vacunas es duradera y no surgen variantes capaces de evadirla. Además, si el virus consiguiera sobrevivir en algún reservorio animal (sigue siendo un misterio cuál fue la especie a través de la cual el coronavirus pasó del murciélago al hombre) podría seguir provocando brotes esporádicos.
- Erradicación de algunos territorios y supervivencia en otros: si la vacuna es capaz de impedir la transmisión y cubre a la suficiente cantidad de población (inmunidad de grupo) el coronavirus podría ser eliminado en la práctica de algunas regiones, como de hecho está ocurriendo con enfermedades como el sarampión. La enfermedad, no obstante, persistiría en zonas con menor tasa de vacunación, con lo que existiría el riesgo de nuevos brotes.
- Virus endémico: continuará en circulación: si la tasa de vacunación no es lo suficientemente elevada y no impide la transmisión, o la inmunidad no es duradera, el virus continuará circulando, aunque la vacuna, que tendría que ser reformulada periódicamente, impediría los casos graves de la enfermedad. Es el escenario que predicen los expertos.
Vacunar rápidamente
La publicación especula con la posibilidad de que el SARS CoV 2 siga el camino de otros coronavirus endémicos que surgieron hace cientos de años y que ahora provocan síntomas catarrales sobre todo en niños y generalmente leves. Los "primos" del coronavirus, el 229E, OC43, NL63 y HKU1, aparecieron siglos atrás y ahora son virus estacionales. En cualquier caso, para llegar a ese paso es necesario que una proporción suficientemente grande de la población adquiera inmunidad. Cuánto se tardará en llegar a esa fase se desconoce aunque la clave sigue siendo la misma: vacunar rápido y entre tanto tratar de contener la propagación del virus.
Preguntados por LD, epidemiólogos y virólogos españoles han apuntado qué podría ocurrir en el futuro. El investigador del hospital Monte Sinaí de Nueva York Adolfo García Sastre también apuesta por que el SARS CoV 2 acabe convertido en una enfermedad estacional que sea leve para la mayor parte de la población: "No creo probable que la vacunación sea tan extensa como para poder extinguir al virus, y si el virus sigue circulando, lo va a hacer con más frecuencia entre los que no estén vacunados, que dentro de unos años van a ser fundamentalmente gente nacida después de la pandemia, y en los vacunados con inmunidad baja".
El camino de la gripe de 1918
Pero, apunta García Sastre, tanto en los niños nacidos después de la pandemia como en los vacunados con menos inmunidad "el porcentaje de enfermedad severa será menor que el de ahora" debido a la inmunidad parcial de los segundos y al hecho de que los niños sufren una forma más leve de la enfermedad. El virólogo pone el ejemplo de lo que ocurrió con la gripe de 1918, que "fue devastadora". Tras la pandemia, "el virus siguió circulando, pero sin causar ya tantos casos de enfermedad grave debido a la inmunidad total o parcial adquirida por la exposición previa".
El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu también cree que "es una posibilidad" que el SARS CoV 2 acabe convertido en un virus estacional relativamente leve, pero avisa de que eso no pasará "al año que viene". "Tendremos años que lidiar en menor o mayor medida con este virus hasta que tenga una estacionalización más clara. Para eso tiene que transcurrir tiempo y tener una buena parte de la población vacunada", afirma el catedrático, que señala que hay que mirar más allá de España y Europa y tener en cuenta que "mientras haya virus circulando en otros países todos tendremos que guardar precauciones. Nadie está completamente a salvo si todos no estamos completamente a salvo".
Muertos "socialmente aceptables"
Respecto a la posibilidad de que se termine desarrollando una vacuna que genere una inmunidad fuerte y que dure años, Lejarazu apunta que "será posible" aunque no cree que se consiga nunca generar "inmunidad para siempre". "Sería la excepción" entre las infecciones respiratorias.
Por su parte, el catedrático de Microbiología Ignacio López-Goñi habló con LD de la "incertidumbre" que están generando las variantes genéticas pero lanzaba también su pronóstico: "Cada vez vamos a estar más vacunados y quizás el coronavirus acabe siendo estacional y sólo nos visite de vez en cuando". Pero avisaba de que en su opinión, más que en un "simple catarro", el SARS CoV 2 pasará a ser "otro virus respiratorio de los que nos visitan todos los años", como la propia gripe: "Seguirá siendo letal y provocará muertes, pero aunque suene muy duro, será un número de muertes socialmente aceptable".