La Agencia Europea del Medicamento ha dado luz verde este jueves a la vacuna de Janssen -filial de Johnson & Johnson-, al considerar que se ha probado que es segura, de calidad y eficaz contra el covid-19. De esta forma, la vacuna de la multinacional norteamericana será la cuarta que se administre en nuestro país, junto con las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
En las últimas horas, no obstante, la compañía ha reconocido que podría tener problemas para suministrar los primeros 55 millones de dosis comprometidos con Europa. La noticia ha caído como un jarro de agua fría después de que el Gobierno lleve semanas alimentando la expectación ante la llegada de una vacuna que presenta grandes ventajas respecto a sus principales competidoras.
La primera vacuna monodosis
Una de las diferencias más significativas -y que constituye también la principal ventaja- es que el remedio de Janssen sólo requiere una dosis, lo que permitiría inmunizar a la población mucho más rápido y contribuiría a lograr la tan ansiada inmunidad de rebaño lo antes posible.
El pasado mes de octubre, la Unión Europea se garantizó la compra de 200 millones de dosis y la posibilidad de adquirir un segundo lote por la misma cantidad. A nuestro país le correspondería un 10%, por lo que, si se cumple el envío de 20 millones de vacunas, España podría inmunizar a más del 40% de la población. Si finalmente Europa materializase la compra del segundo lote, estaríamos hablando de más del 80%.
Temperatura y logística
La vacuna de Janssen también presenta grandes ventajas en lo que a la logística se refiere. Según la compañía, puede conservarse durante unos tres meses entre 2 y 8 grados -la temperatura normal de un frigorífico doméstico-, lo que facilita tanto su transporte como su almacenamiento. En este sentido, sólo la vacuna de AstraZeneca le gana la batalla, ya que puede guardarse de la misma forma hasta seis meses.
El remedio de Moderna únicamente puede aguantar así 30 días y su conservación óptima se establece a -20 grados. Pfizer, por su parte, asegura estar trabajando para mejorar este aspecto, pero de momento sigue requiriendo temperaturas de entre -80ºC y -60 grados centígrados.
La eficacia de las vacunas
Otra de las diferencias -y donde, a priori, Janssen sale perdiendo- radica en la eficacia: un 66%. Se trata de un porcentaje inferior al de AstraZeneca -que en los últimos ensayos ha logrado un 82% tras distanciar la segunda dosis 12 semanas de la primera- y muchísimo más bajo que el 95% que prometen las vacunas de Pfizer y Moderna.
Aun así, es importante resaltar dos cuestiones. La primera es que, cuando se trata de prevenir los cuadros más graves de la enfermedad, la eficacia del remedio de Janssen se eleva hasta el 86%.
La segunda es que, tal y como reiteradamente apuntan los expertos, la comparación entre unas vacunas y otras atendiendo a su eficacia es totalmente injusta, ya que los ensayos no se han llevado a cabo en los mismos países, ni en las mismas fechas ni con voluntarios de idénticas características. En este sentido, hay que en cuenta que los de la filial de Johnson & Johnson también se han realizado en Sudáfrica, cuya variante local parece mostrarse más resistente a las vacunas.
¿Cuándo empiezan a protegernos?
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el momento en el que las vacunas empiezan a protegernos frente al covid. Aunque es algo que las compañías siguen estudiando, la protección de Janssen se observó ya en el día 14. Sin embargo, según indican los ensayos, esta protección puede mejorar a medida que pasa el tiempo.
La vacuna de Pfizer no produce una inmunización completa hasta una semana después de inocularse la segunda dosis, mientras que la de AstraZeneca requiere esperar 15 días. En el caso de Moderna, no ha trascendido un plazo exacto. Sin embargo, es la que mayor protección genera tras la primera dosis: un 80,2%.