Las personas infectadas con la cepa británica del coronavirus tienden a mostrar menos pérdida del olfato y del gusto que los infectados con otras variantes. Es más probable que reporten tos, dolor de garganta, fatiga o dolor muscular.
Según un estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales británica (ONS) difundido este miércoles, los infectados con la mutación británica del coronavirus son más propensos a padecer un cuadro sintomático más general, pero no suelen perder el gusto y el olfato: "Es una condición significativamente menos común".
La ONS, que lleva realizando encuestas en masa mensuales sobre la evolución del coronavirus en el Reino Unido, apuntó además que en este nuevo estudio no se hallaron "evidencias" de que existan diferencias de síntomas en lo relativo a la dificultad para respirar o dolores de cabeza.
El citado organismo oficial, que para llevar a cabo esta investigación se centró en el periodo comprendido entre el pasado 15 de noviembre y el 16 de enero, detectó además que hay muy pocos infectados con la cepa británica que sean asintomáticos y que los pacientes tienen más propensión a "mostrar síntomas" frente a los casos libres de síntomas asociados a la variante original.
Estos datos se conocen un día después de que el Reino Unido comunicase que ha sobrepasado los 100.000 fallecimientos por coronavirus desde el inicio de la pandemia.