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El Ministerio de Salud de Israel nos cuenta las claves de su gran éxito en la campaña de vacunación contra la covid-19

Mientras que en el resto del mundo el proceso de vacunación contra la covid arranca con lentitud, Israel ya ha vacunado a un cuarto de su población.

La vacuna de Moderna, una de las dos que se están administrando en Israel. | EFE

En un encuentro virtual con periodistas internacionales, el responsable de relaciones externas del Ministerio de Salud de Israel, Asher Yeshaihu Salmon -un médico especialista en salud pública- ha detallado las claves del éxito del programa de Israel para administrar masivamente a su población la vacuna contra el coronavirus.

Un éxito que está siendo incomparable: el estado hebreo es con mucha diferencia el país que ha vacunado a un mayor porcentaje de su población -un 25,8% según la información que proporciona Our World in Data-, sino que incluso en números absolutos es el cuarto clasificado en el ranking mundial de vacunación contra la covid, a pesar de que su población es de poco más de 8,5 millones de personas.

Dos claves del éxito

¿Cómo ha sido posible? Sin duda una de las claves ha sido la planificación a muy largo plazo: el doctor Salmon ha explicado que mantuvieron la primera reunión alrededor de la cuestión de las vacunas… ¡en abril del año pasado! Un encuentro que mantuvieron con responsables de Moderna. Curiosamente, Pfizer-BioNTech se incorporó a las negociaciones "relativamente tarde, en noviembre", pero al parecer la multinacional estaba interesada en proporcionar gran cantidad de vacunas a Israel en una primera fase: "Les interesaba porque sabían que estábamos muy preparados para administrarlas".

Pero al mismo tiempo que se ha planificado todo con mucha antelación, Asher Yeshaihu Salmon explica que una parte del éxito se debe también a la capacidad de improvisación -ciertamente algo muy propio de la sociedad israelí- y nos pone un ejemplo de ello: "Al final del día y dado que las vacunas no pueden devolverse al almacén si en un punto concreto sobran algunas las dedicamos a los servicios de emergencias". Así los trabajadores de protección civil o los bomberos también están recibiendo la vacuna, de hecho de estos últimos "ya están vacunados el 90%".

Y no solo eso: el hecho de acabar cada día con toda la provisión de vacunas prevista "nos ayuda a transmitir a la población la sensación de que son un bien escaso y es mejor acudir cuanto antes".

Además de esa combinación de planificación en improvisación, el Ministerio de Salud de Israel destaca otro elemento que para ellos está siendo clave en el éxito de la campaña: "Aunque la organización participan personas de varios ministerios -por supuesto Salud, pero también Defensa o la oficina del primer ministro- estamos actuando como una única fuerza de trabajo".

Los retos que se están superando

Asher Yeshaihu Salmon explicó como se han superado algunos de los mayores retos a los que se están enfrentando la operación y que, en algunos casos, son muy similares a los que enfrentamos otros países. El primero de ellos fue el de la temperatura de almacenaje, que recordemos que debe ser de -80º.

En Israel se está utilizando un único gran almacén central desde el que se distribuyen las vacunas a todo el territorio. Como reconocía el responsable del Ministerio de Sanidad, en esto juegan con cierta ventaja –"somos un país pequeño"- y además encontraron un espacio perfecto para el cometido: "El almacén de una empresa farmacéutica que está muy bien comunicado".

El segundo gran problema es que, además de sólo tener unas horas de vida útil una vez descongeladas, las vacunas son muy sensibles a la vibración y los golpes, por lo que el propio transporte tiene una complejidad importante y una vez que las dosis salen del almacén centralizado no pueden devolverse a él. Esto ha requerido también desarrollar unas cajas especiales para aquellos lugares a los que sólo era necesario mandar unas pocas dosis, unos envases que el responsable del Ministerio de Salud comparaba con "las cajas para llevar las pizzas a domicilio".

Otra cuestión era que el personal que inocula la vacuna tiene que tener una formación específica al respecto. Para ello, los implicados en el proceso -casi todos sanitarios y paramédicos- han recibido un curso que, dadas las circunstancias, sólo podía ser online y que se ha dado a través de Zoom. Además, hay un call center funcionando las 24 horas de los siete días de la semana para que los profesionales implicados en el proceso puedan resolver con agilidad sus dudas.

Y por supuesto, a estas alturas uno de los principales problemas para todos los países es conseguir la cantidad suficiente de dosis. Según su Ministerio de Salud, Israel tiene en estos momentos unos cinco millones de dosis -es decir, vacunas suficientes para inmunizar a 2,5 millones de personas- y está a la espera de recibir bastantes más "en las próximas semanas". Estos nuevos suministros serán necesarios para seguir ampliando el programa, ya que las autoridades del país hebreo han decidido que seguirán estrictamente los protocolos de las farmacéuticas y administrarán -de hecho ya están administrando- dos dosis de la vacuna por persona para conseguir el grado más alto de inmunización.

El aspecto más práctico del proceso ha pasado por montar 350 puntos de vacunación en todo el país, desde enormes centros en grandes estadios hasta pequeños puestos en remotas aldeas beduinas del desierto del Negev, un esfuerzo para el que se ha contado con todos los recursos disponibles, incluyendo los del Ministerio de Defensa.

El desafío de la información

Asher Yeshaihu Salmon nos explica que otra de las claves de toda la operación es la información, tanto la que se transmite a los pacientes como la que se recoge durante el proceso, para lo que se ha creado "un sistema estable y preciso con el que sabemos todo lo referente a posibles efectos secundarios, al inventario de dosis disponibles y por el que también disponemos de la documentación".

Para ponerse en contacto con los ciudadanos, así como para desarrollar buena parte del proceso, han sido fundamentales las cuatro grandes mutuas a través de las que se funciona en Israel el sistema público de salud en un régimen de semicompetencia. Como ya contamos en Libertad Digital las aplicaciones de estas compañías están siendo una de las formas para concertar las citas para la vacunación, que también se pueden hacer a través de sus páginas web y, para los usuarios menos habituados a la tecnología, por teléfono.

Del mismo modo, otro call center -además del destinado a los profesionales del que hablábamos más arriba- está permanente abierto para que los ciudadanos puedan también resolver sus dudas.

Esto último, generar la confianza necesaria en la vacuna y el proceso, está siendo una tarea ingente, sobre todo porque Israel es un país en el que se reúne una variedad casi infinita de grupos sociales, con unas diferencias enormes entre ellos. "Ha habido grandes campañas en los medios para convencer a los ciudadanos -nos cuenta Asher Yeshaihu Salmon- muy especialmente a los ultraortodoxos y a los árabes israelíes", que en estos casos además "han tenido que complementarse por otros medios".

Las polémicas

Como todo lo que tiene que ver con Israel y a pesar del éxito y del liderazgo mundial, se han generado ciertas polémicas que han tratado de ensombrecer lo que es un logro evidente. La principal de ellas ha sido, probablemente, que no se está vacunando a los palestinos residentes en las áreas bajo control de la Autoridad Nacional Palestina.

El hecho que suele ocultarse es que la Sanidad en estas áreas depende de la ANP -o del gobierno de la organización terrorista Hamás en Gaza-, pero aún así Asher Yeshaihu Salmon reconoció el alto interés de Israel porque "los palestinos estén vacunados, ya que son "nuestro vecino más cercano y muchos trabajan aquí".

Sin embargo, recordó que, como todos los lugares del mundo, en Israel los primeros en ser vacunados son los ciudadanos del país, aunque aseguró "en las próximas semanas" y con la llegada de nuevas remesas de "millones de dosis" entregarán a las autoridades palestinas muchas de ellas, las primeras "con suerte la semana que viene". De hecho, mostró su confianza en que los palestinos "serán la primera comunidad árabe de nuestro entorno en estar vacunada".

Del mismo modo aseguró que "todos los prisioneros en las cárceles están siendo vacunados por grupos de riesgo, sea cual sea su nacionalidad" y esto, obviamente, incluye a los palestinos.

En cuanto a las diferentes comunidades especiales dentro del propio Israel, el responsable del Ministerio de Salud explicó que se está vacunando a unos y otros y se está haciendo también a un ritmo muy alto: "El 17% de los árabes israelíes ya han sido vacunados", un proceso que avanza más rápidamente en "las grandes ciudades del norte" que tienen porcentajes de población árabe muy importantes que en las "comunidades rurales en las que la gente es más desconfiada con las autoridades".

En el caso de los judíos ultraortodoxos el porcentaje de vacunación es "ligeramente más bajo" que en los árabes, pero hay que tener en cuenta que entre ellos hay algunos grupos "que tienen muy poco contacto con el estado" y otros para los que "las vacunas en sí son un problema", pero aún así se mostró confiado de que van a ir avanzando también en estos sectores.

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