Desde hace semanas, una nueva y potente cepa de la covid-19 está haciendo estragos en Londres y en el sudeste de Inglaterra, frustrando las posibilidades de que el Reino Unido vuelva a la normalidad para Navidad.
Las autoridades culpan del aumento de los casos de coronavirus en el Reino Unido —que casi se duplicaron en los últimos siete días—, a esta versión del SARS-COV-2. Los primeros datos sugieren que esta podría ser "hasta un 70% más transmisible" que las anteriores cepas, según el primer ministro Boris Johnson.
La cepa apareció en septiembre
Los estudios sugieren que la variante apareció por primera vez en la ciudad de Londres en septiembre, y fue la culpable del 28% de las nuevas infecciones en la capital británica y el sur de Inglaterra a mediados de noviembre. Sin embargo, esa cifra ha empeorado, aumentando en un 62% hasta el 9 de diciembre.
Los expertos en salud recibieron una serie de advertencias sobre la nueva cepa, que fue descubierta esta semana. "Este virus ha despegado, se está moviendo rápidamente, y está llevando inevitablemente a un fuerte aumento de las admisiones en los hospitales", según Patrick Vallance, el principal asesor científico del gobierno.
Otro asesor del ejecutivo, el epidemiólogo John Edmunds, ha descrito este, como "el peor momento de toda la epidemia". El motivo es que se ha convertido en la variante dominante y está superando a todas las demás en términos de transmisión. Eso sí, según otros expertos no hay pruebas de que la nueva cepa tenga una mayor tasa de mortalidad.
Alerta a la OMS
El gobierno británico ha alertado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre esta nueva cepa y espera que otros países impidan el paso de residentes británicos a través de sus fronteras. .
"Cuando el virus cambia su método de ataque debemos cambiar nuestro método de defensa". Son palabras del premier en una conferencia de prensa este sábado. "Si no se toman medidas, las pruebas sugieren que las infecciones se dispararán, los hospitales se verán desbordados y muchos miles más perderán la vida". Desde su residencia de Downing Street, Johnson aseguró que esta Navidad será la oportunidad de "levantar la copa por aquellos que no están", esperando que las restricciones permitan cambiar la situación de cara al próximo año.
Londres ha sido puesto en un encierro de nivel 4 —el más estricto desde marzo— que incluye, entre otras medidas, el cierre de comercios a menos de una semana de las fiestas. Esto a pesar de que el primer ministro dijo que sería "inhumano" cancelar la Navidad hace unos días.
Cierran Gales, Escocia e Irlanda del Norte
También las autoridades autonómicas de Gales han comunicado que todo el territorio estará cerrado a partir de este domingo, y entran en total confinamiento. Las reglas flexibles de movimiento quedan canceladas con excepción del día 25.
En Escocia, la ministra principal, Nicola Sturgeon también ha anunciado medidas restrictivas: los viajes hacia el resto del Reino Unido quedan cancelados y el número de personas que se podrán reunir en Nochebuena estará limitado a ocho. Similares medidas se aplicarán en Irlanda del Norte.
El último recuento oficial indica que 534 personas fallecieron durante los últimos días en todo el Reino Unido, con lo que el número total supera ya los 67.000.
Éxodo de gente de la capital
Sin embargo, las medidas de precaución y las restricciones han tenido un efecto rebote entre la población británica, sobre todo la londinense. Y es que, se ha producido un éxodo de ciudadanos y una huida de la capital a otros lugares del país, para evitar el confinamiento. El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha calificado esta actitud de "absolutamente irresponsable" en una entrevista en Sky news.
"Los responsables médicos dejaron absolutamente claro que la gente debería deshacer las maletas", ha declarado Hancock en referencia a la petición formulada por las autoridades para que la población se quede en casa. Un sentimiento que contrasta claramente con el que hace tan solo unos días mostraba al administrarse la primera vacuna contra el SARS-COV-2 en el Reino Unido, jornada en la que aseguraba sentirse "realmente emocionado".