Cada vez parece más claro que las pruebas diagnósticas son clave para el control de la expansión del coronavirus. Tras las PCR casi inaccesibles en la primera ola de la pandemia llegaron las serológicas y los test de antígenos, de resultados más rápidos y en los que ha basado su lucha contra el virus la Comunidad de Madrid, donde ya se habla de dar un paso más: los test de saliva. La semana pasada, el consejero de Salud, Enrique Ruiz Escudero, avanzó que querían "validarlos" para que se convirtieran en el siguiente "paso" en la estrategia contra el coronavirus: no necesitan ni digitopunción ni utilizar el hisopo nasofaríngeo para el que se requiere una formación sanitaria específica y que está dificultando la incorporación de las farmacias al rastreo.
Escudero avanzaba que "no iban a tardar mucho tiempo" y en un pequeño pueblo madrileño, Serranillos del Valle, se les han adelantado: el consistorio va a someter a esos test a sus niños, mayores y profesores el próximo 6 de diciembre, según ha explicado a LD su alcalde, Iván Fernández, convencido de que estas pruebas van a "ser la herramienta" para recuperar la normalidad antes de la vacuna.
En concreto, el consistorio quiere hacer test de forma voluntaria a los alumnos y profesores del colegio de primaria El Poeta y la casa de niños El Trébol, y a los vecinos de la Asociación de Mayores de Serranillos del Valle. La prueba consistirá en la toma de una muestra de saliva que se analizará al momento y permitirá saber si la persona está infectada o no. El ayuntamiento, cuenta el alcalde, ha comprado 1.100 y cada uno de ellos ha costado doce euros. Según ha explicado, son test de antígenos de saliva coreanos, "certificados y homologados" por Alemania, y van a hacer las pruebas "técnicos sanitarios de Protección Civil". Ha comparado la sencillez del test con las pruebas de embarazo y ha afirmado que lo que pretenden es que sirvan como prueba orientativa que permita "detectar asintomáticos".
Para Fernández van a convertirse en "la herramienta para la nueva normalidad" y explica que puesto que él no tiene competencias para "hacer test masivos" le han dado una "vuelta de tuerca" y los han puesto a disposición de niños, profesores y mayores "de manera voluntaria y sufragados por el Ayuntamiento". En su opinión, estos test pueden permitir que la "economía siga funcionando" y que los niños "puedan estar con sus abuelos". Y va un paso más allá: "Lo que estoy buscando es que en el futuro se puedan autorrealizar para liberar a la sanidad pública".
La CAM: "No tienen autorización"
Desde la Comunidad de Madrid, sin embargo, explican a LD que estas pruebas "no tienen autorización" y que la Dirección General de Salud Pública está evaluando la situación y tomará las acciones oportunas. El consejero de Sanidad se ha referido a los test de saliva este mismo miércoles, apuntando que dos laboratorios de la Comunidad de Madrid están estudiándolos pero "hasta que no sepamos la sensibilidad y la especificad no se pueden utilizar". Además, tras esa validación faltaría una autorización del Ministerio de Sanidad.
Fernández afirma que la fiabilidad de sus test es de casi el 100% y dice que desde su consistorio van a pedir cambios en la legislación para que un día "todo el mundo pueda hacérselo en su casa". Le consta, apunta, que ya hay otros ayuntamientos, empresas e instituciones interesándose por este tipo de test, que en cualquier caso proporcionan "una fotografía del momento" que ayuda a detectar casos pero que no supone poder dejar de lado las medidas de prevención, como la mascarilla y la distancia social. En España, ya hay laboratorios que están fabricando estas pruebas.