Hasta hace unos meses estábamos acostumbrados a ver mascarillas únicamente en hospitales o en turistas asiáticos. Sin embargo, nada hacía pensar que en poco tiempo acabaríamos llevándolas todos como consecuencia de un virus del que apenas sabíamos nada.
Tras el inicio de la pandemia del coronavirus, las personas necesitaron hacer uso de ellas para evitar la contaminación y la propagación de la enfermedad. De ese modo, las mascarillas comenzaron a ser un producto de primera necesidad hasta el punto de encontrarnos con un alarmante desabastecimiento.
Desde hace unos meses, llevar mascarilla es obligatorio para las personas mayores de seis años, aunque su uso resulta recomendable para los pequeños de tres a cinco años. En cuanto a las personas que sufran alguna discapacidad, respiratoria o de conducta, cuyo uso resulte inviable, estarán exentos de llevarla.
Principales tipos de mascarillas
Sanidad recomienda el empleo de mascarillas higiénicas o quirúrgicas que actualmente se pueden encontrar fácilmente en cualquier farmacia o parafarmacia. Sin embargo, existen más modelos en el mercado para combatir el virus y velar por nuestra salud. Desde aquí vamos a hacer un repaso de las tipologías existentes para que no te quede la menor duda:
Mascarillas higiénicas (de barrera)
Este tipo es el más común, aunque no se consideran como un equipo de protección individual y su objetivo es reducir el riesgo de transmisión del virus en usuarios no enfermos o asintomáticos. En este grupo nos encontramos con dos tipos diferentes: mascarillas higiénicas no reutilizables y reutilizables.
Mascarillas quirúrgicas
Esta mascarilla se utilizaba en procedimientos de cirugía junto a otras medidas de contención y esterilización. Hoy día está indicada para evitar la transmisión del virus en personas diagnosticadas con coronavirus. La finalidad es minimizar el riesgo de contaminación, aunque no conceden un nivel de protección óptimo frente a la inhalación de partículas. Son desechables y tampoco se consideran EPI.
Mascarillas de alta eficacia (autofiltrantes)
Este tipo de mascarillas cuentan con un filtro de micropartículas, convirtiéndolas en un mecanismo más fiable frente a la inhalación de diversos agentes contaminantes excepto gases y vapores. Están consideradas por la Unión Europa como equipos de protección individual y su nivel de protección es aceptable. Según su rendimiento nos podemos encontrar con:
- Mascarillas FFP1 (eficacia de filtración mínima del 78%). No son recomendables para uso médico y se pueden emplear frente a las partículas de material inerte.
- Mascarillas FFP2 (filtración mínima del 92%). Están recomendadas para el personal sanitario que atienda posibles casos de infección o personas que se encuentren aisladas como parte de su equipo de protección individual (también es posible utilizar las quirúrgicas).
- Mascarillas FFP3 (filtración mínima del 98%). Su uso está recomendado para personal sanitario que atienda casos en los que los aerosoles favorecen el contagio: ventilación manual, intubación traqueal, etcétera.
Desde FarmaciasDirect, considerada como una de las mejores farmacias de España, líder del sector, te recordamos que el uso de la mascarilla no supone una protección total. Diversos estudios han demostrado que los ojos son otra vía de entrada al virus, de ahí que la mascarilla sea una medida de higiene complementaria a la que hay que sumar otras recomendaciones sencillas: distanciamiento entre personas de dos metros y limpieza exhaustiva de manos con agua y jabón.
Mientras el método científico no siga avanzando en la búsqueda de una vacuna eficaz, seguiremos llevándola. En este sentido, ¿sabes cuándo y cómo usar mascarilla? La mascarilla debe formar parte de tu interacción con los demás y estar presente en tu día a día. A la hora de ponértela, lávate antes las manos y asegúrate de que cubra bien nariz, boca y mentón. Justo antes de quitártela, lávatelas de nuevo.