La Comunidad de Madrid ha logrado este martes que su incidencia acumulada (IA) de coronavirus en 14 días se sitúe por debajo de los 400 casos por cada 100.000 habitantes. Concretamente, tras caer treinta puntos en un día es de 373 casos, el dato más bajo desde el pasado 24 de agosto y fruto de una bajada que se da mientras la IA en toda España está subiendo con fuerza.
El dato llega después de que Madrid fuese durante semanas la autonomía con una IA más elevada, hasta que fue superada por Navarra. De hecho, la región ha reducido ya a menos de la mitad su IA respecto a los peores momentos a finales de septiembre, cuando llegó a rozar los 800 casos.
Catarata de datos positivos
Lo mejor es que la IA no está resultando un dato de evolución sorprendente o extraña, sino que es coherente con buena parte del resto de la información epidemiológica de la comunidad, que en conjunto presenta una importantísima mejora en las últimas semanas que se puede ver en casi todos los apartados relevantes.
Uno de ellos es, por ejemplo, la positividad de las pruebas diagnósticas realizadas: mientras a finales de septiembre llegó a estar en el 20% en este momento es de sólo el 8,8%, una de las más bajas de España, sólo superada por Asturias, Baleares, Cantabria y Galicia.
De nuevo, Madrid ha hecho este recorrido a la inversa del conjunto de España: mientras se daba esa importantísima bajada la media nacional pasaba del 11,2% al 13,4% actual.
Y todo esto sin que Madrid haya dejado de ser una de las autonomías que más pruebas hace, tanto en el número total de pruebas realizadas —sólo Cataluña ha hecho más en la última semana registrada— como en la tasa por cada 100.000 habitantes, en la que es la cuarta.
En este periodo, además, Madrid ha liderado la introducción de los test de antígenos, una prueba más rápida, sencilla y barata que las pruebas PCR pero con prácticamente la misma efectividad, que hasta Fernando Simón ha tenido que reconocer su utilidad para frenar la epidemia.
Mucha mejor situación en los hospitales
Otro dato coherente con los anteriores es la situación en los hospitales. Aquí la mejora es también importantísima: a finales de septiembre el número de ingresados en planta llegó a superar los 3.300, mientras que este martes ha sido de 2.430, un dato que con toda seguridad está inflado por el hecho de que llega después de un puente y en los festivos se ralentizan las altas.
En cualquier caso, ese número de ingresados sigue reflejando una clara tendencia a la baja: el pasado lunes y tras el efecto similar del fin de semana eran 2.588, es decir, 150 más.
También se ha registrado una mejoría en los datos de ocupación de las UCI, si bien esta está siendo mucho más lenta. Según los datos de este martes hay actualmente 471 pacientes en las UCI de los hospitales de Madrid, una cifra algo más baja que los 505 que llegó a haber a primeros de octubre.
Estabilidad en los fallecimientos
La cifra que más está costando reducir es la de los fallecimientos. Tal y como se ha comprobado desde marzo esto es normal con el coronavirus: la secuencia lógica de los acontecimientos es que bajen primero los contagios, después los hospitalizados en planta, tras estos los ingresados en la UCI y, finalmente, los fallecidos.
Aún así, los datos de la Comunidad de Madrid muestran que, como mínimo, se ha frenado una subida que llevó a superar los 50 fallecidos en un único día, el 30 de septiembre, mientras que desde entonces las medias diarias se mantienen alrededor de los 40. La cifra es dramática, por supuesto, pero en cualquier caso no tiene nada que ver con los momentos por encima de 500 fallecidos en un día que llegó a haber a finales de marzo y principios de abril.