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Gripe y coronavirus: ¿por qué este año vacunarse es más importante que nunca?

Vacunarse de la gripe, avisan, es hoy, en plena expansión del coronavirus, más importante que nunca. ¿Por qué?

Campaña de la vacuna contra la gripe | EFE

A principios de octubre comenzó la campaña de vacunación de la gripe, una enfermedad que antes de la irrupción del coronavirus era responsable de las semanas con mayor presión hospitalaria del año por los miles de pacientes que podían sufrir complicaciones. Los llamados a ser vacunados (mayores de 65 años, enfermos crónicos y embarazadas, entre otros) recibirán una de las vacunas reelaboradas cada año bajo las recomendaciones de la OMS en función de los virus y cepas más activas para tratar de inmunizar lo mejor posible frente a la enfermedad. Y aunque las tasas de vacunación suelen crecer cada año, este otoño es especialmente importante que la mayor parte de la población de riesgo quede inmunizada. El motivo, que el pico de la gripe que se espera en invierno coincidirá con los rebrotes de covid-19 y la coexistencia de las dos enfermedades puede complicar aún más la situación asistencial y sanitaria. Estas son las claves que explican por qué vacunarse de la gripe es hoy más importante que nunca.

1. El diagnóstico: ¿gripe o covid-19?

Casi desde la irrupción del coronavirus se advirtió de que sus principales síntomas (fiebre, tos) y otros que se detectaron después, como los gastrointestinales, coincidían con los de otras enfermedades respiratorias, como la gripe. Aunque en principio hay síntomas que los diferencian, como la dificultad respiratoria en el caso de la covid-19, la distinción sin una prueba diagnóstica es prácticamente imposible. En principio, una vacunación precoz y eficaz de la población de riesgo puede ayudar al diagnóstico en los primeros estadios de la enfermedad al poder descartarse la gripe en caso de pacientes vacunados y facilitar el tratamiento de los pacientes. Por otro lado, serán menos los pacientes de gripe que acaben en consulta y necesiten de PCR en un entorno de creciente presión al sistema sanitario.

2. Evitar el colapso hospitalario

Cada año, las personas de riesgo, como los mayores de 65 años o los pacientes con patologías previas son llamados a vacunarse con el fin de limitar casos graves y fallecimientos, y también de evitar la saturación del sistema sanitario, cuya capacidad se pone a prueba todos los inviernos tanto a nivel hospitalario como ambulatorio: el año pasado, en España se registraron 27.700 hospitalizaciones, 1.800 ingresos en UCI y 3.900 muertes atribuibles a la gripe. En un momento como el actual, con las cifras de coronavirus creciendo y la perspectiva de que pueda repetirse un colapso como el de los meses de marzo-abril, los médicos ven esencial aligerar en lo posible la carga de pacientes haciendo que se protejan los más vulnerables.

3. Gripe y covid-19: el riesgo de coinfección

Aunque como todo en torno al coronavirus aún es objeto de estudio, sí se han encontrado evidencias científicas de que hay más riesgo de complicaciones y de muerte si una persona se infecta a la vez de gripe y de SARS COV-2. "La coinfección en un mismo huésped, aunque parecen virus antagónicos, puede resultar en una mayor gravedad del cuadro clínico aunque la experiencia es limitada", señala a LD el pediatra y consultor honorífico del área de vacunas de Sanidad José A. Navarro-Alonso. En la misma línea se pronunció hace unos días el virólogo del CSIC Luis Enjuanes, que advirtió en un seminario de la necesidad de vacunarse de la gripe en la situación actual por el peligro que puede suponer coger los dos virus a la vez.

Un estudio elaborado por el Public Health England y publicado por el British Medical Journal apuntaba que en caso de coinfección, es decir, de padecer al mismo tiempo gripe y covid-19, el riesgo de muerte se multiplicaba por dos respecto a alguien sólo infectado por coronavirus. El estudio, elaborado a partir de casos en Inglaterra entre enero y abril de este año, sugería que se podía producir una interacción entre los dos virus que arrojaba también un mayor riesgo de complicaciones. "Hay datos que sugieren que la gripe, el covid y otros virus pueden competir entre sí. Pero si coges los dos a la vez, puedes tener serios problemas. Y la gente que puede contagiarse de ambos más fácilmente son también quienes menos se lo pueden permitir", declaró entonces Yvonne Doyle, directora médica del Public Health of England en alusión a la población de más edad.

Quiénes y cuándo deberían vacunarse contra la gripe

Como cada año, los llamados a vacunarse contra la gripe son los mayores de 60 años, enfermos crónicos (cáncer, hipertensión, diabetes, obesidad, inmunodeprimidos…), embarazadas, personal sanitario o esencial (como policías) y cuidadores de pacientes vulnerables. El objetivo de la campaña de este año es conseguir que se vacune más de un 75% de los mayores y personal socio sanitario y más de un 60% de los pacientes con otras dolencias y embarazadas. En el caso de los sanitarios, es especialmente importante que estén protegidos frente a la gripe al ser un colectivo de riesgo por el contacto continuo con pacientes infectados y también porque pueden ser transmisores de la enfermedad entre colectivos vulnerables (sus propios pacientes). En anteriores campañas la tasa de vacunación de este sector estuvo en torno al 35%.

En un intento de lograr más eficacia, la campaña también se ha adelantado unos días: según Navarro-Alonso, "dado que es imprevisible conocer cuándo va a ser el inicio de la circulación del virus gripal, se adelantó pensando en tener vacunada de gripe a la población de riesgo una vez llegara una hipotética segunda oleada" de SARS-CoV-2. "La caída de anticuerpos a medida que transcurre el tiempo desde la vacunación de la gripe podría, hipotéticamente, y en personas mayores, acompañarse de una disminución de la protección en caso de que se retrasara muchas semanas el inicio de la temporada gripal", señala el pediatra, que lo considera sin embargo "infrecuente" dado que el pico de gripe "suele comenzar en la última quincena de diciembre o en la primera de enero".

Farmacias sin vacunas

El Estado a nivel central y autonómico ha hecho acopio de dosis para esta campaña especial contra la gripe con el fin de incrementar la cobertura, algo que se ha traducido en la falta de suministro en muchas farmacias adonde acuden ciudadanos que también quieren vacunarse aunque no sean considerados población de riesgo. En Madrid, según el presidente del Colegio de Farmacéuticos de la capital, Luis González, las farmacias no tienen "una sola vacuna" y pone de ejemplo la suya: recibieron siete en su día y no han recibido ni una más.

"Lo que nos dicen es que el Gobierno central ha comprado toda la producción", señala González, que lamenta la situación y señala que es algo especialmente grave en las zonas rurales. El sector se ha ofrecido en varias ocasiones tras el comienzo de la pandemia a asumir un rol más importante y entre otras cosas ha propuesto que la vacuna de la gripe pueda ponerse también en las farmacias. "Estamos deseando colaborar, en Madrid somos 2.900", destaca González que comenta cómo muchos clientes también están teniendo problemas para conseguir cita para la vacunación.

La buena noticia: sin apenas gripe en el hemisferio sur

Además de la vacuna, las recomendaciones para evitar contagiarse de gripe son lavarse las manos con frecuencia, utilizar pañuelos de papel y taparse con el codo al estornudar o toser y limitar los contactos en caso de síntomas, es decir, prácticamente las mismas que para evitar el contagio por coronavirus. Todo ello podría haber producido que la gripe haya tenido una incidencia menor en los países del hemisferio sur: las mascarillas, ventilación, distancia social y geles hidroalcóholicos habrían servido para prevenir también el resto de afecciones respiratorias.

Así lo cree el catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi, que señala que en países como Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile la incidencia de gripe y de otros virus como el sincitial "ha disminuido muchísimo, prácticamente no ha habido". "Es en parte sorprendente, podría ser debido a una falta de diagnóstico, pero es raro que haya ocurrido en todo el hemisferio", señala a LD López Goñi, que apunta que las medidas contra el coronavirus habrían sido decisivas.

Sobre el motivo por el que las medidas higiénicas habrían frenado la gripe pero no en igual medida al coronavirus, López-Goñi apunta a que el coronavirus puede tener una forma algo distinta de transmisión y que la vía de los eventos "superpropagadores" sea "más común" en el coronavirus. Sobre lo que puede ocurrir en nuestro hemisferio, el catedrático no hace pronósticos y señala la necesidad de prevenir: cada año mueren cientos de miles de personas por gripe y su llegada "puede colapsar todavía más el sistema".

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