
La última actualización de los informes de exceso de mortalidad del Instituto Carlos III, un organismo del Ministerio de Sanidad, que se ha hecho pública este miércoles, detecta un nuevo repunte de la mortalidad en España por encima de las cifras habituales en los últimos años.
Hay que recordar que estos estudios, llamados Informes MoMo, comparan los fallecidos en el año en curso con la media de los muertos en los años anteriores. Se trata de un sistema de monitorización creado, precisamente, para ayudar en la detección y el análisis de problemas de salud pública como una epidemia, por lo que aunque en su día fue despreciado por Fernando Simón, realmente es una herramienta muy útil para analizar la situación.
Y el resultado que arroja este informe es que, entre el 27 de julio y el 15 de agosto, la mortalidad en España volvió a subir por encima de lo ocurrido en años anteriores y lo hizo de una forma notable: en tres semanas fallecieron 2.540 personas más de lo esperado.
Más de 46.000 muertos desde marzo
Como ya ocurriese en la primera fase de la pandemia la peor parte se la han llevado los mayores: de los 2.540 fallecidos de más en este periodo 2.160 tenían más de 74 años, mientras que los que estaban entre 65 y 74 años fueron 159 y los menores de 65 años fueron sólo 130.
Con estos nuevos datos la cifra total de fallecidos desde el inicio de la epidemia supera ya los 46.000 muertos, concretamente se va hasta 46.046 fallecidos. Hay que recordar que a día de hoy la cifra oficial de fallecidos que reconoce el Ministerio de Sanidad es de sólo 29.194.
Simón y su negación de la "segunda ola
Se da la circunstancia de que mientras que durante estas 18 días fallecían 2.600 personas más de lo habitual, Fernando Simón negaba una y otra vez que la situación epidemiológica se estuviese deteriorando y no fue hasta el 20 de agosto cuando reconoció que "las cosas" no iban "bien".
Lo cierto es que, pese a que esta segunda ola de la epidemia está teniendo un impacto mucho menor en los hospitales, sí está creciendo el número de fallecidos incluso en las recortadas cifras oficiales, que de hecho están volviendo a dispararse, no al nivel de marzo y abril, obviamente: en las dos últimas semanas han fallecido casi 400 personas.