No hay que engañarse: la situación en la Comunidad de Madrid sigue siendo mala y hay que mantener toda la precaución posible y todas las medidas personales para protegernos del coronavirus. Además, en el mejor de los casos todavía quedan días para que los datos empiecen a reflejar de forma consistente una mejora y, probablemente, algunas cifras sigan empeorando.
Por ejemplo el número de fallecidos, que este martes ha sido el más alto de las últimas semanas con 18, puede seguir creciendo dados los ciclos habituales que viene experimentando la enfermedad, que suelen ser de un mínimo de dos semanas.
La IA sigue muy alta
Del mismo modo, la incidencia acumulada por 100.000 habitantes es previsible que se mantenga al alza un poco más de tiempo y ya está en cifras muy elevadas: 479, si bien no ha alcanzado las cotas cercanas al 600 que se llegaron a ver en Aragón, donde finalmente la situación se ha controlado: ahora la IA es de 318.
Pero aún así los datos de la epidemia de coronavirus en la Comunidad de Madrid abren una todavía pequeña puerta a la esperanza, aún débil y que hay que contemplar y manejar con cuidado, pero que está ahí.
Menos hospitalizados
El más llamativo de ellos es la bajada en el número de hospitalizaciones: mientras que este lunes había 1.832 enfermos de covid en los hospitales madrileños este martes la cifra ha bajado a 1.811. Es una caída leve pero que llega después de muchos días de crecimiento sostenido y sin descanso. La cifra de ingresados en UCI, por su parte, sí crece, pero lo hace en una cifra similar a la de los últimos días, es decir, hay un menor incremento porcentual. Lo explicamos con un poco más de detalle para que se entienda mejor: nueve nuevos ingresados para un total de más de 200 es un crecimiento de menos del 4,5%, mientras que en las últimas semanas se daban crecimientos mayores del 10%. Ese incremento sobre el total anterior es clave para poder calibrar la evolución de una epidemia.
Con estas cifras la ocupación de los hospitales de Madrid por enfermos de covid se queda en el 15%. Es de nuevo una cifra alta, pero en los últimos doce días —Sanidad sólo ofrece el dato desde el 20 de agosto— sólo ha crecido un 5%. Por lo tanto, de seguir así necesitaríamos casi tres meses para que los centros hospitalarios de Madrid alcanzasen una ocupación del 50%. Es decir, estamos muy lejos del colapso sanitario, incluso aunque la situación epidemiológica no mejore.
El número de positivos frena su crecimiento
Otro dato positivo, aunque siga siendo muy alto, es que parece que se ha frenado la escalada en el número diario de contagios, que este martes han sido 2.105. Sigue siendo alto y hay que esperar más días para ver la evolución, porque ha habido vaivenes importantes de un día a otro, pero en la pasada semana la media de positivos fue de 2.306, mientras que la semana anterior estuvo en 2.040.
Como vemos podría estar empezando a describirse una curva descendente, pero hay que tener además dos datos en cuenta: el primero que, como ya hemos dicho, estos incrementos son porcentualmente menores a los que había hace unos días; y el segundo, que los datos de positivos se están produciendo ahora sobre un total mucho mayor de PCR realizadas: en las últimas 24 horas se hicieron en Madrid 13.879 de estos test, la cifra más alta en un único día en las últimas semanas. Para que se hagan una idea, el pasado 19 de agosto —el primer día del que disponemos del dato— la cifra fue de un poco más de la mitad: 7.131.
Cada enfermo contagia menos
Finalmente, aunque esté poco actualizado hay otro dato que mueve al optimismo: el "número reproductivo básico instantáneo" —es decir, la cantidad de personas a las que contagia cada persona con covid— viene describiendo una línea descendiente desde finales de julio, cuando llegó a ser de 1,65 mientras que en el último día del que se tiene el dato —el 23 de agosto— fue de 1,12.
Ninguno de estos datos es definitivo, tomados aisladamente no reflejan un cambio de tendencia e incluso en conjunto hay que esperar a que se confirmen de una forma más sólida. Del mismo modo, sería una locura que ante la lectura de estos datos alguien pensase en relajar las medidas generales o las precauciones individuales contra la epidemia. Pero en cualquier caso, y con mucha prudencia, sí es verdad que el panorama invita, quizá por primera vez en varias semanas, a un moderado y todavía tibio optimismo.