Expertos consultados por la publicación ConSalud han alertado de los riesgos de una exposición "masiva" al sol sin utilizar fotoprotectores eficaces y más tras meses de confinamiento debido a las restricciones impuestas a la movilidad por la pandemia de covid-19.
La doctora Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma del MD Anderson Cancer Center Madrid, asegura en declaraciones a la publicación que no utilizar fotoprotectores adecuados tras el confinamiento puede provocar "un repunte de casos de melanoma".
"La preocupación es que prevemos que va a haber una exposición masiva al sol sin protección; la gente tiene muchas ganas de salir a la calle, pero no de proteger su piel", añade esta experta. Explica que es recomendable y saludable, en general, "salir, caminar y hacer ejercicio al aire libre, pero siempre con una protección solar de 30 o más e intentando evitar las horas centrales del día, entre las 12 de la mañana y las 5 de la tarde".
En este sentido, indica que ha población se ha concienciado sobre la necesidad de protegerse del nuevo coronavirus con mascarillas y gel hidroalcohólico, lo cual es positivo, pero no se ha generalizado esa sensibilización en relación a la necesidad de proteger la piel de la radiación ultravioleta. "El problema es que las consecuencias no las vamos a ver a corto, sino a largo plazo", añade.
Ante esta situación, ConSalud ha realizado una encuesta entre un centenar de profesionales de farmacia y dermatólogos en toda España para saber qué marcas y productos son los más adecuados para el tipo de piel, la edad y tipo de uso, teniendo que elegir entre diez fotoprotectores: IsdinFusionWater SPF50, IsdinAgeRepair SPF50, Heliocare Ultra Gel SPF90, Avene Solar Emulsion SPF50+, La Roche PosayAnthelios XL Fluid SPF50, Avene Solar Crema SPF50, Heliocare 360 Fluid Gel Oil Free SPF 50, IsdinFusion Fluid SPF50, La Roche PosayAnthelios XL Cream SPF50+ y La Roche PosayAnthelios XL Gel CreamTouch SPF50+.
La publicación recuerda que las radiaciones solares pueden producir mutaciones en el ADN de las distintas células que componen la piel e impedir su reparación, provocando en ocasiones lesiones graves.