"Pedimos reuniones con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Salvador Illa. Llamamos a Moncloa, Vicepresidencia, Sanidad, Defensa y Migraciones"... pero pese a todos esos esfuerzos no se obtuvo respuesta alguna. Es el dramático relato de lo vivido durante la pandemia que ha hecho Cinta Pascual, presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAP), una de las patronales de las residencias de ancianos.
Pascual pasó esta semana por la Comisión para la Reconstrucción del Congreso, donde presentó un aterrador informe de 45 páginas en el que se denuncia una situación dantesca que este domingo relata en El Mundo: "En muchas residencias faltaba personal porque se lo llevaba el sistema sanitario, que pagaba más, o porque se le daba de baja hasta por teléfono sin hacerle la prueba. No había oxígeno, ni test, ni material de protección. No se contrató a médicos extranjeros que tenían titulación pero no residencia legal".
La presidenta de CEAP asegura que "se produjo un cribaje de la población" porque "el sistema estaba colapsado, no había camas para todos y se decidió para quién sí y para quién no".
Además, denuncia que el Estado "no cumplió el protocolo de suministrar" equipos de protección a las residencias y que, de hecho, cuando ellos lo consiguieron se lo arrebataron: "Llenamos un avión con mascarillas, guantes, batas, test... El 1 de abril, el proveedor nos llamó diciendo que el avión estaba en el aeropuerto de El Prat y que tenía el OK del Gobierno. Pero pasaron los días con aquello paralizado y el 9 de abril el mando único decidió enviar todo ese material a otras partes".