El último de los informes públicos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria en España, conocidos como informes MoMo, señala que desde el pasado 13 de marzo hasta el 22 de mayo nuestro país ha tenido 43.034 muertos más de la media en el mismo periodo de otros años —concretamente desde 2008 hasta 2019—, una subida del 55%. Estos datos se han disparado ya que el anterior informe manejó la cifra de 30.000 defunciones.
Según las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, los muertos por coronavirus en España a martes 26 de mayo ascienden a 27.117, una cifra muy alejada de los 43.034 de ese exceso de defunciones que alertan los informes del Instituto de Salud Carlos III.
Aunque el informe no lo diga, es lógico que prácticamente todas estas muertes se puedan atribuir al coronavirus, ya que no ha habido otras causas de mortalidad relevantes en este periodo e incluso lo lógico es que hayan caído en picado algunas de las razones habituales de fallecimiento como las provocadas por accidentes de tráfico o las causadas por percances en el trabajo.
De hecho, durante las semanas previas al estallido de la pandemia la mortalidad en España estaba por debajo de la media, tal y como se puede ver en este gráfico que incluye el propio informe en el que la línea azul es la mortalidad esperada y la negra la que finalmente se ha registrado.
De acuerdo con estas cifras, se han producido 43.034 fallecimientos más de los esperados entre estas fechas en una situación normal: se estimaba que en este periodo se iban a producir 77.817 muertes, pero el sistema contabiliza 120.851. La actualización del MoMo de este miércoles ha incorporado otras 13.250 muertes que no se habían incluido hasta ahora por retrasos en los registros civiles durante los peores momentos de la pandemia. Esta demora se sitúa en una mediana de 54 días, con variabilidad entre comunidades autónomas.
La mayor diferencia en cifras se produce en Cataluña, que ha agregado 8.514 muertes al sistema que no se habían notificado aún. En esta comunidad autónoma el exceso de mortalidad durante la pandemia es del 96 por ciento: se esperaban 12.195 fallecimientos y se han producido realmente 23.860. En Castilla y León, este exceso es del 114 por ciento, es decir, 3.595 fallecimientos: MoMo estimaba que se iban a producir 3.164 pero se ha elevado a 6.759.
Castilla-La Mancha también ha sufrido un importante aumento: un exceso del 206 por ciento (5.114 muertes más de las esperadas), con 7.596 muertos notificados. Madrid también muestra unas cifras similares: 162 por ciento más de muertes (14.104), con 22.821 fallecimientos frente a los 8.716 esperados. Como último ejemplo, Navarra tiene un exceso de 610 muertes (137% más), con 1.055 fallecimientos, en comparación con los 446 esperados.
Tras estas correcciones de este miércoles, principalmente en los registros civiles de Barcelona, el sistema apunta que los mayores retrasos de notificación de defunciones por parte de los registros civiles en los últimos siete días se localizan ahora en Aragón y Cantabria, principalmente. Concretamente, consideran que hay una infranotificación del 36 por ciento en Aragón durante la última semana y del 29 por ciento en la comunidad cántabra. Asimismo, es del 12 por ciento en Navarra. Otras regiones se sitúan en torno al siete por ciento de retraso.