Mientras la Comunidad de Madrid sigue tomando medidas tras el cierre de colegios, como la clausura de restaurantes y bares, las calles de la ciudad se vacían por el trabajo y la petición de quedarse en casa para frenar al coronavirus. Pero también hay ciudadanos que han optado por otra solución: escapar de la capital yendo a sus segundas residencias, al pueblo o a la playa.
Ante esta situación, desde algunas regiones se están haciendo peticiones para que los madrileños no se desplacen a sus territorios y queden confinados en su región. Así lo ha hecho el gobierno de Castilla-La Mancha: su presidente, Emiliano García-Page, ha pedido a todas las personas que trabajan en Madrid pero proceden de pueblos de la región "y están llegando en masa" que extremen la precaución y sigan todas las recomendaciones sanitarias, toda vez que "no son 15 días de vacaciones".
De este modo se ha pronunciado la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo castellanomanchego, Blanca Fernández: "Retomo las palabras del presidente en el día de ayer y pido a la ciudadanía que las medidas tomadas son serias y han de ser tomadas en serio". La portavoz ha insistido en pedir "prudencia extrema y responsabilidad" para que la convivencia en los pueblos de la región "vaya bien" y el hecho de que "haya más personas no provoque una situación de riesgo". "De esto depende nuestra conducta individual".
Desde la Comunidad valenciana, donde muchos madrileños también tienen sus segundas residencias, el llamamiento a los madrileños para que no vayan ha venido de Compromís: el senador Carles Mulet ha exigido medidas de confinamiento "especialmente en Madrid" ante la "insensatez" de los desplazamientos de personas procedentes de la capital a la costa valenciana.
En un comunicado, Mulet ha advertido que en buena parte de las localidades costeras turísticas con segundas residencias "se ha disparado la presencia de personas procedentes de Madrid durante las últimas horas, algo que solamente puede ser calificado de insensatez". "Obviamente, provenir de Madrid no significa estar infectado, pero ante la gravedad de la situación, tomárselo como unas vacaciones cuando se piden evitar los movimientos es una tremenda irresponsabilidad que puede contribuir, y mucho, a propagar el virus y generar situaciones de crispación social", ha aseverado.
En este escenario, Mulet ha respaldado la propuesta de cerrar el AVE que lanzó la vicepresidenta de la Generalitat y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra. "Al igual que ha pasado en Italia, urge el cierre de la Comunidad de Madrid como medida de seguridad", ha subrayado.
"Histeria" en Galicia
También se está produciendo "madrileñofobia" en Galicia, donde muchos madrileños también tienen su segunda residencia. En uno de sus municipios turísticos más populares, Sanxenxo, la alcaldesa accidental, María Deza, ha hablado a sus vecinos para pedirles que "no incurran en histerias" ante la llegada de madrileños. En declaraciones a Efe, Deza ha explicado que la alarma que se está generando a través de redes sociales "no es buena para nadie".
Aunque ha reconocido que "el miedo es libre", María Deza ha insistido en pedir "prudencia" a la gente y ha instado a que todos sigan las recomendaciones de las autoridades. La alcaldesa accidental recuerda que Sanxenxo "tiene más gente cuando hace buen tiempo", pero afirma que "no notamos" un aumento tan considerable de población.
Ha añadido que el turismo es el "motor principal" del municipio, por lo que censura actitudes que puedan generar "turismofobia", especialmente a las puertas de la Semana Santa y del próximo verano que, si remite esta situación, serán claves para el sector.