La campaña "El tabaco ata y te mata. En todas sus formas" del Ministerio de Sanidad ha impactado negativamente entre los vapeadores, haciendo que aumente el tabaquismo. Muchos de los exfumadores que habían abandonado el tabaco por medio los cigarrillos electrónicos, han vuelto a fumar tras los anuncios que el Gobierno lanzó en septiembre.
En su campaña, Sanidad mostraba indistintamente a jóvenes fumando y vapeando equiparando el tabaco común –que provocó la muerte de 52.000 personas en 2018– con los cigarrillos electrónicos –que son, según numerosas investigaciones, un 95% más sanos que el tabaco–.
Tras la denuncia de MyBlu Spain, empresa que comercializa vapeadores, el Gobierno reconoció que vapear no era igual que fumar; a través de los vapeadores no se consume tabaco.
En menos de dos meses, la repercusión de la campaña en su público es notable: muchos vapeadores han vuelto a fumar tras haber abandonado el hábito, tal y como muestra un nuevo estudio realizado por Deskmind Research tras preguntar a 200 profesionales del estanco en el mes de noviembre.
Más fumadores tras la campaña 'antivapeo'
Tras la mencionada campaña, los estancos también han constatado que se venden menos productos relacionados con el vapeo. Una caída en las ventas que no han notado en el consumo de tabaco, pues el 93% declara que la demanda sigue siendo la misma.
Sin embargo, tal y como confirma el estudio, tras la campaña de Sanidad, un 34% de los vapeadores ha vuelto a fumar y/o fuma más que antes. Estas personas, que habían dejado el tabaco, ahora consumen de media un 38% más de cigarrillos que antes de los anuncios del Gobierno.
Gracias al vapeo, según afirman los estanqueros, uno de cada cuatro clientes fumadores había logrado dejar de fumar o disminuido considerablemente su consumo de tabaco. Aunque este abandono no lo hacen de manera premeditada, un 48% acaba dejando de fumar cigarrillos.
La campaña del Ministerio de Sanidad ha tenido así sus primeras consecuencias negativas, pues un 12% de vapeadores ha abandonado el uso de cigarrillos electrónicos, y muchos de ellos han vuelto a fumar tabaco.
Vapear ayuda a dejar de fumar, según la ciencia
Al usar un vapeador que puede contener o no nicotina, la adicción a esta sustancia continuará durante un tiempo e irá disminuyendo a medida que el usuario vaya reduciendo la dosis. A pesar de esto, los cigarrillos electrónicos no contienen las sustancias cancerígenas presentes en el tabaco.
Así lo han determinado numerosas investigaciones, como la realizada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Tras comparar el tabaco con los cigarrillos electrónicos, se ha determinado que los segundos resultan menos dañinos para el organismo", explica Joan Grimalt, uno de los autores del estudio, publicado en la revista Journal of Chromatography A.
Las conclusiones también revelaron que "los cigarrillos electrónicos pueden suministrar [PM2] nicotina a los fumadores, pero no otros contaminantes que se transfieren con el tabaco, como el benceno, que es cancerígeno".
En cuanto a los compuestos que hay en los vapeadores (propilenglicol y glicerina), el estudio determinó que permanecen en el sistema respiratorio del vapeador pero, aclara Grimalt, "estos son compuestos inocuos que ingerimos en muchos alimentos". Otro estudio del Public Health England apunta en la misma dirección, y sugiere que vapear es mucho más seguro que fumar tabaco.
Desde hace años, se están realizando investigaciones acerca de la efectividad de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar y prohibir los vapeadores, pero, asemejarlos al consumo de tabaco como hizo Sanidad, puede desalentar a los fumadores de pasarse al vapeo y con ello, evitar que dejen de fumar.
Solo en Reino Unido, unos 50.000 fumadores han logrado dejar el tabaco con los cigarrillos electrónicos y, anualmente, ayuda a más de 20.000 a abandonar el hábito tabáquico- En España, ya son 600.000 las personas que vapean, aunque tras la campaña del Gobierno muchas han recurrido de nuevo al tabaco.