El sedentarismo es peor. Aunque, en junio, los medios se hacían eco de un caso publicado en la revista Journal of Neurology Neurosurgery & Psyquiatry, en el que se detallaba cómo una mujer de 35 años había sido ingresada en un hospital con graves secuelas por llevar ropa muy ajustada. Había estado ayudando a una amiga suya en una mudanza y , tras varias horas en cuclillas haciendo cajas, al levantarse, notó como los pantalones le apretaban aún más y no podía mover las piernas. Cuando llegó al hospital, tuvieron que cortarle los jeans y descubrieron unas piernas llenas de edemas, un bloqueo en los nervios del peroneo y una rabdiomiólisis, es decir, la descomposición de tejido muscular que termina con la necrosis del músculo.
Y es que, como dice la doctora Miren Morillas, miembro de la Fundación Española del corazón (FEC): "El riesgo cardiovascular puede estar guardado en nuestro armario… El uso continuado de esa ropa tipo 'segunda piel', especialmente las telas gruesas no transpirables, favorecen y mucho, la aparición de problemas cardíacos: dificultando el retorno venoso con aumento del trabajo del corazón, la tensión arterial, la acumulación de edemas y toxinas y facilitando la temida celulitis o incluso trombos venosos en las piernas. Pero por otro lado, la inactividad física es la cuarta causa de muerte en los países de desarrollados detrás del tabaquismo, la hipertensión arterial y diabetes. Tanto es así, que ya se denomina 'síndrome de la muerte del sedentario', en el que un individuo muere a causa de la diabetes, enfermedades del corazón e hipertensión, tan ligadas a la inactividad física. Por tanto, lo aconsejable es cuidar el corazón con ejercicio diario y vistiendo ropa holgada, que permita una buena respiración y oxigenación de nuestro cuerpo, así como la transpiración de nuestra piel", asegura.
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