A la hora de enumerar las más asentadas a la par que cuestionables ideas nutricionales, quizás la primera sea aquélla de una caloría es una caloría. Y esto es cuestionable por la sencilla razón de que no todas las calorías son iguales. De hecho, cada alimento es procesado por el cuerpo de modo distinto. No todos los alimentos, y en último lugar todas las calorías, tienen el mismo efecto sobre las hormonas, el apetito o la saciedad.
Así pues, sabiendo que en último lugar lo más importante es una correcta dieta en general –limitada en carbohidratos refinados, adecuada en proteína y selectiva en el tipo de grasas–, ¿podemos recomendar algunos alimentos que deberíamos tener en cuenta a la hora de controlar nuestro peso y grasa corporal? Sin duda, y he aquí cinco respaldados por la ciencia:
1. Pomelo
Ni que decir tiene que la tan traída y llevada dieta del pomelo no es una dieta recomendable ni saludable (nunca lo es una dieta basada en un solo alimento). No obstante, tras su relativa fama como un alimento que favorece un correcto peso y metabolismo hay bastante de verdad. Su efecto favorable sobre el metabolismo es tal que un estudio de 2014 estableció que sus beneficios en ratones son comparables a los del fármaco antidiabético de prescripción metformina. Los ratones alimentados con una dieta hipercalórica engordaron un 18% menos cuando a su vez tomaban zumo de pomelo.
Otras investigaciones, como unas llevadas a cabo por la Universidad de Navarra, confirman que el pomelo tiene capacidad para reducir el exceso de glucosa en sangre, lo cual redunda en menor grasa corporal y prevención de la diabetes. La clave para entender estas propiedades del pomelo quizás podamos encontrarlas en un estudio de 2010 que halló que un compuesto de esta fruta denominado naringenina activa unos receptores necesarios para que las células grasas liberen sus ácidos grasos almacenados, un mecanismo por el que funcionan los ayunos y las dietas bajas en carbohidratos.
2. Guindilla
Hace cierto tiempo que la guindilla está considerada un buen alimento para reducir peso corporal. Todo su secreto reside en la capsaicina que contiene la guindilla y que estimula el metabolismo, aún más cuando su consumo se combina con ejercicio. Pero su efecto no se queda ahí, ya que puede regular favorablemente dos hormonas involucradas en el apetito (dopamina y adrenalina) y puede ayudar a reducir la acumulación de grasa en el hígado.
3. Vinagre de manzana
El vinagre de manzana antiguamente era considerado un remedio medicinal, y sin ir más lejos Hipócrates lo empleaba para desinfectar heridas. Pero posiblemente uno de sus más respaldados beneficios sea el de regular los niveles de azúcar. Así, un estudio de 2006 halló que puede reducir apreciablemente el índice glucémico de los carbohidratos cuando se consume con éstos. Otro estudio de 2007 con pacientes diabéticos estableció que sólo dos cucharadas de vinagre de manzana antes de las comidas produce hasta un 6% menor glucosa en ayunas y, de acuerdo a una publicación de 2005, hasta un llamativo 55% de reducción cuando hablamos de glucosa postprandial (tras una comida).
Todo lo cual explica que el vinagre de manzana pueda producir pérdida de grasa visceral, triglicéridos y peso total en personas con sobrepeso.
4. Té verde
El té verde parece ser no sólo una bebida llena de antioxidantes, sino que también puede jugar a favor de un mejor metabolismo. Cuando los ratones alimentados con dietas hipercalóricas consumen un antioxidante del té verde ganan peso a un ritmo un 45% más lento que el normal.
Uno de los mecanismos por los que actúa en este sentido el té verde es evitando a través de su contenido en catequinas la degradación de la norepinefrina. Un estudio por ejemplo halló que los suplementos de té verde en varones pueden aumentar un 17% la quema de grasas. Y no sólo el té verde puede mejorar el uso de la grasa corporal sino que también previene su acumulación.
5. Café
Cuando hablamos de café y pérdida de peso, a la mayoría le vendrá a la cabeza su contenido en cafeína. Y es que, en efecto, el contenido en cafeína del café puede favorecer la lipólisis (quema de grasa) en parte aumentando los niveles de epinefrina y acelerando el metabolismo. Pero hay más que cafeína en el café. Desde hace un tiempo, se han puesto de relieve las propiedades de un antioxidante que contiene, el ácido clorogénico, que ralentiza la absorción de carbohidratos e inhibe la producción de glucosa por parte del hígado.
Si bien es cierto que una dieta correcta y saludable y que por ende controle nuestro peso debe ser mínimamente variada, también lo es que los alimentos mencionados son realmente alimentos ganadores que deberíamos incluir en ella.