Malestar general, cansancio, cambios en el estado de ánimo e incluso trastornos digestivos. Estos son los principales efectos del cambio de horario de primavera en la salud. En la madrugada de este sábado al domingo, el reloj se adelantará una hora (a las 2:00 serán las 3:00 horas) y nuestro organismo necesitará entre tres y cuatro días para adaptarse al nuevo horario.
Cualquier alteración en el reloj del tiempo se traduce en pequeñas alteraciones en nuestro reloj biológico. Estas alteraciones pueden producir diversos síntomas en algunas personas. Estos síntomas se resumen en un malestar general, que viene acompañado de fatiga, astenia y una bajada en el rendimiento de la persona en los días posteriores al cambio horario, con una menor productividad en el trabajo, por ejemplo.
Los cambios en el estado de ánimo son también bastante comunes: nos sentimos un poco más depresivos a causa del cansancio, la fatiga general y los cambios en el sueño. El cambio horario afecta también al aparato digestivo, ya que se modifican los horarios de las comidas y se produce un aumento de la secreción del jugo gástrico y del apetito por la noche.
No todas las personas se ven afectadas por igual: los más perjudicados suelen ser los pacientes con problemas neurológicos (migrañas, trastorno bipolar, síndrome depresivo…) en los que se produce una agudización temporal de sus síntomas. También suelen presentar más alteraciones las personas con horarios rígidos.
Los niños se adaptan con mayor facilidad (especialmente los más pequeños), porque su sistema neurológico y sus ciclos vitales aún no son maduros. Si bien los niños un poco más mayores pueden presentar problemas para acostarse a su hora habitual porque aún hay luz solar.
Consejos para combatir los síntomas
Según algunos especialistas, todos estos problemas se pueden paliar tomando unas sencillas medidas en los días previos al cambio, como modificar ligeramente la hora de acostarse, adelantando 15 minutos al día en los cuatro días previos al cambio, reajustar el horario de comidas, evitar las siestas, comer adecuadamente y beber mucha agua, mantenerse físicamente activo, evitar el uso de cafeína por la mañana y alcohol por la noche y tener cuidado al conducir el día siguiente al cambio de hora.
La mayoría de los expertos coincide en que en pocos días se produce una regulación circadiana de las secreciones de hormonas, de manera que la mayoría de personas son capaces de adaptarse al cambio en tres días. El adelanto horario también tiene sus efectos positivos para la salud: fomenta las actividades al aire libre, lo cual se traduce en una mejoría del estado de salud.