Investigadores británicos han logrado detener una enfermedad priónica –similar al mal de las vacas locas– de los ratones, que es la más parecida a las enfermedades neurodegenerativas humanas. Los científicos están convencidos de que los mismos principios que han empleado para detener esta enfermedad son aplicables a males como el Alzheimer, el Parkinson y el Huntington.
Las células del cerebro tienen un mecanismo de defensa que consiste en que dejan de producir proteínas temporalmente cuando detecta proteínas mal formadas, posiblemente procedentes de un virus. Sin embargo, en ocasiones proteínas que no proceden de ningún virus activan el mismo mecanismo de defensa. Sin esas proteínas que se dejan de producir, las células del cerebro empiezan a morir, provocando los síntomas de estas enfermedades degenerativas.
El medicamento –administrado por vía oral a los ratones– ha logrado bloquear ese mecanismo de defensa, de modo que las células vuelven a producir las proteínas esenciales para su supervivencia e impidiendo así que la enfermedad siga desarrollándose. No obstante, el fármaco ha provocado efectos secundarios dañando el páncreas, lo que produce pérdida de peso y una diabetes moderada.
"Es un gran paso adelante", asegura la profesora Giovanna Mallucci, líder del equipo de la Universidad de Leicester responsable del hallazgo, al diario británico The Independent. "El hecho de que este compuesto se pueda administrar oralmente, llegue al cerebro y prevenga las enfermedades del cerebro es un hito. Podemos seguir adelante y desarrollar mejores moléculas y no sé por qué este proceso debería restringirse sólo a los ratones. Creo que probablemente pueda trasladarse a los cerebros de otros mamíferos".
El entusiasmo de Mallucci es compartido por otros científicos. Roger Morris, director del Departamento de Química del King's College de Londres, reconoce que el descubrimiento, publicado en el Science Translational Medicine, no significa que "la cura del Alzheimer esté a la vuelta de la esquina", pero sí que este momento "será juzgado por la historia como un momento crucial en la búsqueda de medicamentos para controlar y prevenir el Alzheimer".