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El Gobierno y la prensa alemana indultan al pepino tres semanas después

Una vez hallado el culpable, se ha levantado el veto sobre la verdura cruda. Los diarios animan ahora al consumo: "Yo compro y como de todo".

Sin rastro de autocrítica, las autoridades alemanas y los diarios del país han celebrado el hallazgo del origen de la infección de E.coli: una granja ecológica de brotes de soja ha resultado ser la fuente de la bacteria que ha causado treinta muertos, 29 de ellos en Alemania.

La consecuencia ha sido que el país ha levantado la alerta sobre pepinos, lechugas y tomates crudos como focos de la infección. Hasta ahora, las autoridades recomendaban no consumir estas tres hortalizas, algo que ha ocasionado pérdidas millonarias entre los agricultores europeos, también los alemanes y particularmente los españoles, los primeros afectados cuando desde Hamburgo se apuntó a los pepinos de nuestro país.

Quien dio la noticia fue Reinhard Burger, director del Instituto Robert Koch, que centraliza las investigaciones de patologías infecciosas. "Con gran probabilidad, las semillas fueron la causa de la infección".

"Los ciudadanos pueden volver a comer sin miedo pepinos, tomates y lechugas desde ahora mismo, siempre que guarden las debidas medidas de higiene", recalcó la ministra de Agricultura, Ilse Aigner, en una comparecencia ante los medios en el Parlamento, inmediatamente después de la conferencia de prensa de los expertos, informa Efe.

El primer caso de un infectado se detectó el 1 de mayo, pero hasta semanas después no se produjeron los ingresos masivos. Desde el 25 de mayo, cuando el Instituto Robert Koch recomendó no comer estas verduras crudas, tales hortalizas habían quedado prácticamente proscritas de muchos supermercados del norte del país.

La prensa, que se apresuró a acusar a España –el Bild llegó a titular: Pepinos españoles: bacteria asesina-, celebra con entusiasmo la noticia aunque diarios como el Suddeutsche Zeitung se preguntan por qué no se averiguó antes. Lo más destacado, no obstante, es el levantamiento del veto sobre la verdura cruda. Hay encuestas en las que priman los ciudadanos alemanes que consumen sin temor, desde el principio, pepinos y tomates. En Die Welt, subrayan que está controlado todo el producto procedente de la granja culpable. Y en el Frankfurter Allgemeine Zeitung indica que el número de infectados está disminuyendo. La posible causa, que los brotes culpables podrían haber sido ya consumidos o desechados.

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