Pasa que cuando uno cree que Internet no falla nunca va y falla, y de que manera, y con que estilazo te saca una pantallita que dice "Server Error", así, con toda la chulería del mundo. Entonces sobreviene la frustración y el "¿dónde está mi e-mail?, ¿cuándo podré leerlo?, ¿se habrán borrado todos mis correos con eso del Server Error?, ¿y si no vuelve en tres días?, porque, a fin de cuentas, es gratis y no me deben ninguna explicación. Por momentos me siento como Enjuto Mojamuto en el peor día de su vida. Esto es quedarte sin correo electrónico; quien lo probó, lo sabe, que diría Lope de Vega en otro contexto bien distinto pero no menos doloroso.
Bueno, el hecho es que, me ponga como me ponga, Gmail se ha caído; y no es cosa de mi conexión, ni de Telefónica, ni del fairguol que ha puesto el informático para que no perdamos el tiempo leyendo e-mail.... esto es real, y San Google del Vaticano lo ha reconocido. Nos dicen, con el laconismo habitual de la casa, en un rinconcito de esta página que:
Estamos al tanto de que hay un problema con Gmail que afecta a numerosos usuarios. El problema se presentó a eso de la 1:30 (hora del Pacífico) Estamos trabajando duro para resolver este problema e iremos informando de ello. Sentimos las molestias.
Eso es todo. Sólo les ha quedado recordarnos que roncamos por las noches y que sus orgasmos fueron fingidos. Ni la peor de las amantes te abandonaría de una manera tan vil y desalmada. Si ya decía mi abuela que lo barato siempre termina saliendo caro. ¡Oh, Teleline, vuelve a mi!